Corría el año 2016 cuando conocimos el Bentley Mulsanne Grand Limousine de Mulliner. Alguien en los Emiratos Árabes Unidos encargó cinco ejemplares hechos a mano a la compañía, todos ellos distintos entre sí, pero una vez llegaron nadie los registró ni los uso jamás. Es más, han estado guardados a buen recaudo durante seis años.
Ahora Bentley Emirates los ha vuelto a adquirir y los pone a disposición de cualquier millonario del mundo. El precio es una incógnita, pero teniendo en cuenta que el fabricante los vende como parte de su historia automotriz y que hablamos de la limusina de fábrica más larga del mundo, baratos no deben de ser.
El Mulsanne Grand Limousine es un metro más largo y 79 mm más alto que el Mulsanne original de Bentley. En el interior, el Limousine cuenta con un equipamiento único y una configuración de asientos traseros similar a la de un avión privado. Cada uno de los cinco ejemplares lucen una combinación exclusiva exterior e interior.
Parte del lujo y exclusividad la aporta el conjunto de tecnologías de a bordo que incluye, así como a la primera aplicación de cristal electrocrómico o «cristal inteligente» de Bentley. Los pasajeros pueden cambiar el cristal de las ventanillas traseras y de la división interior entre un aspecto transparente y uno opaco con tan solo pulsar un botón.
¿Qué ofrece el Bentley Mulsanne Grand Limousine de Mulliner?
El diseño y la elaboración de este encargo privado corrieron a cargo de la división de carrocerías de Bentley, Mulliner, la cual cuenta con más de 100 años de experiencia. Las instrucciones originales consistían en crear un vehículo cuyos cuatro asientos traseros gozaran del mismo nivel de confort.
Esos cuatro asientos (unos enfrente de otros) cuentan con un gran espacio bajo un arco de techo chapado de forma artesanal. El resto del habitáculo está tapizado de suntuosa piel con diversas combinaciones de colores y materiales. Por otra parte, la artesanía propia de Bentley queda reflejada en cada detalle.
Pensando sobre todo en el habitáculo trasero, Mulliner desarrolló un nuevo y exclusivo sistema de HVAC. El interior ofrece otras prestaciones como bases para cargar y acoplar un iPad, así como cuatro mesas enchapadas plegables, un enfriador de botellas de vidrio esmerilado con copas de champán de cristal y una despensa de refrescos con vasos.
Dispone también de un interfono para comunicarse con el conductor y de exclusivos mandos para controlar los elementos del habitáculo trasero. En el exterior también se ha aplicado un elevado grado de meticulosidad, con detalles como el emblema de la «B» alada, grabado con las palabras «Coachbuilt by Mulliner», y una parrilla única.
Además de esta extraordinaria carrocería, el fabricante monta cuatro llantas exclusivas de 21 pulgadas de un color a juego con el acabado exterior. Para estar a la altura de sus mejoradas dimensiones, el Mulsanne Grand Limousine de Mulliner viene equipado con un diseño integral de la planta motriz y la transmisión.
La limusina cuenta con el famoso motor V8 biturbo de 6¾ litros de Bentley que produce poco más de 512 CV y 1.020 Nm de par. Tampoco faltan un chasis y una suspensión renovados para que los pasajeros disfruten del máximo nivel de comodidad y seguridad en el sedán ultralujoso más largo de la marca.