McLaren siempre va un paso más allá con cada nuevo lanzamiento y claro ejemplo de ello es su último modelo Longtail, el McLaren 765LT. Concebido como una versión más ligera y potente del ya de por sí impresionante 720S, el automóvil recibe un paquete aerodinámico intensivo de fibra de carbono y un poderoso motor V8 en sus entrañas.
Como es habitual, la estrella de la corona acaba de recibir un tratamiento especial por parte de McLaren Special Operations (MSO) que, en este caso, se centra en el trabajo de pintura. Nada menos que 450 horas han llevado a los especialistas dotar a la carrocería de este 765LT de los colores Heritage Memphis Red y Bespoke Cherry Black.
No menos interesante es el tratamiento de pintura para las pinzas de freno, que lucen los colores Rojo Volcán en el eje delantero y Azores en el trasero. La puesta a punto se complementa con la fibra de carbono para la toma de aire de techo, que canaliza el flujo de aire hacia la potente mecánica del deportivo.
En el interior destaca el gráfico Strata que se aplica incluso en la llave del automóvil, un trabajo que requiere 14 horas de trabajo adicionales. Tampoco faltan los logotipos de MSO, los umbrales de las puertas bañados en fibra de carbono y el marcador a las 12 en punto del volante, con múltiples detalles en rojo.
No hay novedades en el poderoso bloque V8 biturbo de 4.0 litros equipado con pistones de aluminio forjado, una bomba de combustible adicional, una bomba de aceite revisada y un sistema de gestión de motor recalibrado para elevar la potencia hasta unos nada despreciables 765 CV (563 kW) y 799 Nm de par.
El conjunto está asociado a una transmisión de doble embrague y siete velocidades con engranajes optimizados que permite «una aceleración un 15% más rápida que en el 720S y un tiempo de vuelta más rápido que cualquier modelo de la Super Series de McLaren«. Además, presenta una nueva función de «límite descendente».