Puede que te suene el nombre de Puig por sus accesorios para motos, pero en esta ocasión el proyecto de la compañía va un paso más allá. Puig nos acaba de presentar un nuevo concepto de diseño que marcará sus futuros productos y que pretende abrir el debate sobre las prestaciones y accesorios que deben equipar las motocicletas del mañana.
Con el nombre de Everflowing Design, Puig acaba de presentar su proyecto de diseño más ambicioso materializado en la Diablo, un ejercicio de creatividad sin límites desarrollado por el departamento de diseño de la marca. Fiel a su filosofía de mejorar las motos de serie tanto en estética como en prestaciones, los diseñadores e ingenieros de Puig han dejado volar su imaginación.
Desarrollada a partir de una Yamaha MT-09 SP, la Diablo es una moto que no deja a nadie impasible. Como se puede ver, Puig ha modificado la posición de conducción tras llevar a cabo un estudio ergonómico. Gracias a él se mejora no solo la aerodinámica, sino también la protección del piloto.
Como ejercicio de estilo de la firma referencia y especialista en accesorios, la Diablo incorpora toda una serie de elementos, como unos innovadores alerones móviles, para dar forma a una moto naked de ensueño que brinda una experiencia de conducción y prestaciones mejoradas. No sé a vosotros, pero a mi me encantaría verla en la carretera.
¿Qué hace tan especial a la Puig Diablo?
La cúpula se eleva electrónicamente junto con los deflectores para dar una protección aerodinámica modificable en 100mm según las necesidades de cada momento. El mecanismo es continuo y se puede activar por un botón y detenerse donde se prefiera para una protección totalmente adaptable.
Situados en la parte inferior de la careta, los alerones frontales tienen como función aumentar el downforce del tren delantero y el coeficiente de penetración aerodinámico, siendo la primera parte de la moto que impacta con el aire. Este downforce aporta los efectos antiwheelie, más aplomo en frenadas, anti-shimmie, más estabilidad a altas velocidades…
Su forma aérea y sencilla, completa sin cargar el frontal de la moto, dándole personalidad, estilo y optimizándola aerodinámicamente. Por su parte, los alerones móviles incorporan cuatro servomotores y un sensor que inclina los spoilers interiores en el ángulo que sea necesario cuando detecta fuertes aceleraciones o bien cuando el piloto lo desea.
De esta forma, se pueden colocar en infinitas posiciones para generar el downforce necesario y poder aprovechar sus beneficios aerodinámicos. A más inclinación, más downforce, aunque también más resistencia al avance. Estos spoilers, junto a la tapa que los rodea, forman un canal de aire que acelera y compacta el aire, además de protegerlos de impactos, creando un volumen cerrado.
La Diablo también se merecía una quilla que completara y diese un volumen aerodinámicamente óptimo a la parte del motor, permitiendo al aire fluir y refrigerar sus componentes a la vez que aportara estilo y personalidad. Adicionalmente y, con el objetivo de refrigerar los frenos, encontramos unas piezas a ambos lados de la rueda delantera con una forma de tapa.
Adicionalmente limitan las turbulencias que puedan provocar las llantas al girar. La tapa por su parte interior tiene unas canalizaciones que llevan el aire directo alas pastillas, y están soportadas por un esqueleto en aluminio para rigidizar el conjunto. Por último, el colín se compone de dos piezas. La primera, la base que sujeta al innovador y minimalista grupo de iluminación.
La pieza superior que crea dos canales para que pase el aire a través, eliminándolas turbulencias generadas al impactar el aire a altas velocidades con el piloto y además le aporta ligereza a la parte trasera de la moto ¿Qué os parece a vosotros?