En la actualidad, el Maserati Quattroporte no es el modelo más demandado de la firma del tridente, pero en la década de los 2000 fue un modelo realmente importante para las ventas de la compañía. Un automóvil que lleva más seis décadas entre nosotros y que, con esta edición Gran Finale, dice adiós no solo a la actual generación del modelo, sino también al motor V8 del fabricantes de automóviles.
Sí, encargado por un importante empresario del sector biomédico norteamericano, el Quattroporte Gran Finale es el último Maserati con motor V8 de la historia. Va a juego con un Maserati MC20 hecho a medida y bautizado como Iris. Como no podía ser de otra manera para vehículos tan especiales, ambos han recibido el tratamiento del programa de personalización Maserati Fuoriserie.
Así es el Maserati Quattroporte Gran Finale
El programa de personalización Fuoriserie ha vestido este Quattroporte con un exterior en Blu Nobile muy llamativo. Esta tonalidad combina con el paquete de carrocería de fibra de carbono, cuyos elementos se han pintado del mismo color. Por su parte, las pinzas de freno contrastan en aluminio cepillado. Remata el conjunto el número de identificación del vehículo 999999.
En el habitáculo, este Quattroporte presenta detalles en madera de abedul en el volante y las puertas, junto con pilares A de cuero negro y paneles de las puertas en color tostado. Los reposacabezas tienen un logotipo del tridente bordado y los umbrales de las puertas rezan Quattroporte Grand Finale. También hay una insignia especial Grand Finale en el túnel central.
Bajo el capó nos recibe una cubierta del motor personalizada con las firmas del personal de Maserati, tanto del equipo de Fuoriserie como de los ingenieros que trabajaron en el coche. Tras ella se esconde la poderosa mecánica V8 biturbo de 3.8 litros de la marca. En esta última entrega desarrolla 580 CV (427 kW) y 730 Nm de par máximo.