Los Mercedes-AMG GLC 43 y 63 SE Performance ya son una realidad y ambos llegan con poderosas mecánicas de cuatro cilindros. El modelo de acceso a la gama de Affalterbach llegará primero, seguido del poderoso 63 SE Performance. Deberían estar circulando por nuestras carreteras a principios y mediados de 2024, como muy tarde. Más adelante conoceremos los precios.
También tardaremos en ver unas semanas los Mercedes-AMG GLC Coupé, aunque estarán presentes en la gama, sin duda alguna. A nivel estético, los GLC firmados por AMG se distinguen rápidamente por la parrilla Panamericana y el paquete aerodinámico exterior. Por supuesto, tampoco faltan las enormes tomas de aire y llantas de generosas dimensiones.
El GLC 43 viene con llantas de 19 pulgadas de serie. Monta unos discos de freno de 370 mm de diámetro en la parte delantera, junto con pinzas de cuatro pistones. En el caso del GLC 63 SE Performance, de serie vemos llantas de 20 pulgadas con discos de freno carbocerámicos de 390 mm de diámetro y pinzas de seis pistones. También hay algunas diferencias en la zaga.
El GLC 63 presenta una versión mejorada del difusor trasero del GLC 43, además de tubos de escape cuádruples con un diseño trapezoidal, en lugar de redondo. En el interior encontramos un volante cubierto de cuero de napa y microfibra (solo cuero napa en el GLC 43), asientos deportivos y molduras en fibra de carbono. Por supuesto, hereda lo mejor de la nueva gama GLC.
Mercedes-AMG ofrece los paquetes Night, Carbon y AMG para hacer todavía más deportivos los modelos. El modelo de lanzamiento Edition 1 estará disponible solo en el primer año de producción en los colores Graphite Grey Magno o High-tech Silver Magno. Destaca por las pinzas de freno, los cinturones de seguridad y las costuras en amarillo.
En las entrañas de los Mercedes-AMG GLC
Lo mejor de los nuevos Mercedes-Benz GLC está bajo el capó. Concretamente, el GLC 43 pierde su V6 micro híbrido turboalimentado y gana un bloque de cuatro cilindros y 2.0 litros con micro hibridación. Eroga 421 CV (310 kW) y 500 Nm de par máximo. La potencia se envía a las cuatro ruedas a través de una transmisión automática de nueve velocidades.
Es capaz de completar el 0 a 100 km/h en 4,8 segundos. Gana también el eje trasero direccional para mejorar la dinámica. Por su parte, el GLC 63 SE Performance también utiliza el mismo motor M139L de cuatro cilindros en línea y 2.0 litros. Recibe un turbocompresor más grande y la adición de hardware híbrido enchufable por primera vez en un AMG GLC.
Su motor de gasolina desarrolla 476 CV (350 kW) y 545 Nm de par. Gracias al refuerzo eléctrico del sistema híbrido P3 del nuevo modelo, la potencia total aumenta a 680 CV (500 kW) y 1.020 Nm de par máximo. La asistencia eléctrica es cortesía de un motor eléctrico de 204 CV (150 kW) ubicado en el eje trasero. En conjunto, permiten un 0 a 100 km/h en solo 3,5 segundos.
Cabe destacar que el sistema híbrido enchufable del GLC 63 está ahí para aumentar el rendimiento, no para rodar en modo eléctrico. La batería tiene solo 6,1 kWh, proporcionando 80 kW de potencia continua y 150 kW durante un máximo de 10 segundos. La autonomía eléctrica es de solo 12 km. En el lado menos positivo, declara un peso en vacío de 2.235 kg.
Cabe destacar que el GLC 63 cuenta con hasta ocho modos de conducción, frente a los cinco modos del GLC 43. También equipa estabilización activa del balanceo y puede enviar hasta el 100% del par al eje trasero. En el GLC 43 es del 31:69 por ciento.