Si era fan del Bentley Brooklands Coupé, estás de suerte. Ares Modena está aquí para enmendar el error de la firma británica de no desarrollar un coupé sobre la base del más reciente Mulsanne y nos sorprende con el Bentley Coupé Sport. El digno sucesor del Brooklands se desarrollará en cantidades muy limitadas empleando como base un Bentley Mulsanne.
A pesar del diferente diseño de carrocería, el Bentley Coupé Sport se mantiene fiel al diseño del modelo donante. Para llevar a cabo la conversión, Ares Modena corta la carrocería del Mulsanne. Posteriormente, desplaza el pilar B hacia detrás y alarga las puertas delanteras. Para rematar, suma una parte posterior reconvertida, dejando intacta la batalla del Mulsanne original.
Así es el el Bentley Coupé Sport
El resultado del trabajo de Ares Modena es una lujosa berlina con una línea del techo más deportiva y pronunciada. Los paneles de los cuartos traseros rediseñados están hechos de aluminio, mientras que las puertas y el techo están hechos de fibra de carbono. Luce una línea de ventana a juego en el perfil y nuevas secciones en la cubierta trasera, todo ensamblado a mano.
Como toque final, Ares Modena suma un nuevo juego de llantas de aleación de 22 pulgadas, faldones laterales a medida y un sutil difusor trasero. Y si quieres más, el carrocero puede ofrecerte incuso una versión Targa con techo corredizo. En el interior, ha sido necesario instalar un par de asientos delanteros plegables que den acceso. ala parte posterior.
También se han modificado los paneles traseros, pero se mantiene el espacio para las piernas. El resto del interior se mantiene intacto, salvo por las amplias posibilidades de personalización que ofrece Ares Modena. Se pueden modificar los tapizados y molduras con materiales de alta calidad, como aluminio, madera, cuero y fibra de carbono.
Bajo el capó no hay novedades, es decir, el Bentley Coupé Sport mantiene el motor V8 biturbo de 6.75 litros. Eroga 512 CV (377 kW) de potencia y 1.020 Nm de par máximo. La potencia se transmite al eje trasero a través de una caja de cambios automática de ocho velocidades. También se mantiene la suspensión neumática que era de serie en el extinto Bentley Mulsanne.