El último modelo de la firma coreana para el mercado estadounidense ha debutado en el Salón Internacional del Automóvil de Nueva York 2025 y tiene muy buena pinta. Hablamos del KIA K4 hatchback, que se unirá a la variante sedán en los próximos meses y que es una pena que no vaya a llegar al Viejo Continente. Por diseño, es más atractivo que el modelo presentado el pasado año.
Con un tamaño 279 mm inferior al sedán, el KIA K4 hatchback hereda el último lenguaje de diseño de la marca. Su frontal refleja la estética agresiva del sedán, conservando los tiradores traseros ocultos en la vista lateral y los pronunciados hombros traseros. Sin embargo, suma una nueva moldura negra que conecta las ventanillas laterales con la luneta trasera.
Los mayores cambios están en la zaga, donde el portón trasero adquiere identidad propia. En él encontramos una barra de luces LED de ancho completo y un marcado alerón integrado sobre la luna. Como cabría esperar, el acabado GT-Line le da un toque más deportivo al conjunto con llantas de 18 pulgadas y múltiples elementos en negro. En este caso, la diferencia entre ambas versiones es de 269 mm.
En el interior, no hay cambios en el diseño, pero sí en la habitabilidad y el espacio de carga. El hatchback mantiene el espacio para las piernas en la parte trasera, pero suma 25 mm de espacio para la cabeza en la parte trasera. Por su parte, el maletero crece a 629 litros y hasta 1.679 litros con los asientos de la segunda fila abatidos. El GT-Line también añade algunos cambios en el interior.
Bajo el capó del KIA K4 hatchback
La nueva carrocería del KIA K4 ofrece en sus entrañas un motor atmosférico de 2.0 litros y cuatro cilindros con 149 CV (110 kW) y 179 Nm de par máximo como opción de acceso. Va asociado a una transmisión variable inteligente (IVT).
Por encima queda el bloque turboalimentado de 1.6 litros y cuatro cilindros con 193 CV (142 kW) y 264 Nm de par motor con caja automática de ocho relaciones. En ambos casos, la tracción es al eje delamntero.