El sucesor del Pagani del Huayra ya es una realidad y resulta, cuanto menos, sorprendente. Bautizado como Pagani Utopia, su diseño ha llevado a la compañía nada menos que seis años de desarrollo. Gracias a ello, resulta reconocible al instante como un Pagani. Llaman la atención características propias como los escapes centrales con propulsores de cohetes o las aletas traseras elevadas.
El diseño central de la cubierta trasera tiene forma de cola de barco, como en el Huayra. En conjunto se nos antoja más discreto que este, aunque hay elementos de diseño propios realmente atractivos. Es el caso del alerón del puente, que conecta las dos aletas traseras. Por otra parte, las luces traseras parecen estar suspendidas en el aire y se inspiran en las turbinas a reacción.
Lo mismo ocurre en el interior, con un diseño capaz de quitarnos el hipo. Hay muchas señas de diseño familiares, como los dos indicadores circulares y las cuatro cápsulas de ventilación en la parte superior del salpicadero. Sin embargo, también hay elementos propios. Es el caso de la gran pantalla digital entre el velocímetro y el cuentarrevoluciones.
Eso sí, sin duda alguna el detalle más preciado del habitáculo es la palanca de cambios manual cromada que se ubica orgullosamente en el túnel central. Aunque el Zonda original venía con una transmisión manual de seis velocidades, el Huayra dio el salto a la tendencia de cambio de levas, montando una transmisión secuencial de siete velocidades. El Utopia ofrece ambas posibilidades.
El precio del Pagani Utopia es de nada menos que 2,17 millones de euros.
Lo mejor del Pagani Utopia está bajo el capó
En las entrañas del Pagani Utopia encontramos un motor V12 de 6.0 litros con doble turbocompresor de Mercedes-AMG. Desarrolla una potencia de 864 CV (644 kW) y 1.100 Nm de par máximo entre las 2.800 y las 5.900 rpm. Pagani señala que los cambios en el tren de válvulas le permiten girar a 6.700 rpm, aunque no ha revelado ninguna cifra de rendimiento.
Solo sabemos que el Utopia cumple con todas las regulaciones de emisiones globales, incluida la de California. El peso es de solo 1.280 kilogramos, resultando casi 70 kg más ligero que el Huayra. Conectados a cada bastidor auxiliar hay brazos transversales dobles de aluminio forjado con muelles de varilla de empuje y amortiguadores que Pagani describe como «semiactivos».
Son ideales para conducción en el circuito y, al mismo tiempo, ofrecen una conducción decente en vías públicas gracias a los diversos modos disponibles. En contacto con el asfalto están unas gomas Pirelli P Zero Corsa, aunque opcionalmente se ofrecen neumáticos de invierno Pirelli SottoZero. Calzan unas llantas de aluminio forjado APP Tech que miden 21 pulgadas en la parte delantera y 22 pulgadas en la parte trasera.