La firma británica quiere una despedida por todo lo alto para el emblemático motor de 12 cilindros. Esa es precisamente la razón por la cual conocemos hoy el nuevo Aston Martin V12 Vantage de edición limitada. Hablamos del Vantage más rápido y poderoso jamás creado, algo que puede adivinarse solo con un primer vistazo a su agresiva carrocería.
En el frontal son novedad una parrilla un 25% más grande para mejorar la refrigeración, un divisor frontal más prominente y un capó ventilado con diseño de «herradura». La carrocería se ha ensanchado y se han incorporado llantas de 21 pulgadas con acabado satinado negro o satinado negro diamantado. Hay otras más ligeras que restan 8 kg al conjunto.
La división Q de Aston Martin ofrece una amplia oferta de personalización.
En la zaga, el enorme alerón permite obtener una carga aerodinámica de 204 kg a la velocidad máxima. Si no te convence, tranquilo, Aston Martin permite retirarlo. Rematan el conjunto las pinzas de freno pintadas, las luces traseras ahumadas y las puntas de escape oscurecidas. No menos interesantes son los múltiples elementos en fibra de carbono.
El interior no trae muchos cambios, pero sí chucherías interesantes. Es el caso de la insignia V12 en la consola central o los asientos Sports Plus de cuero semianilina con calefacción y ajuste eléctrico de 16 posiciones. A ellos se unen un volante deportivo, molduras en negro brillante, alfombrillas ligeras y un revestimiento del techo de Alcantara.
El sistema multimedia tiene un tamaño de 8 pulgadas y se ofrecen múltiples opciones de confort. Podemos optar por un sistema de audio premium, molduras de fibra de carbono, asientos de competición de fibra de carbono con una carcasa de fibra de carbono expuesta (reducen el peso en 7,3 kg) y las diversas opciones de personalización ‘Q’.
El Aston Martin V12 Vantage es una bestia de 700 CV
La producción se limitará a 333 unidades a nivel mundial. Todas ellas equipan el poderoso motor V12 de 5.2 litros biturbo. En esta ocasión produce unos irracionales 700 CV (515 kW) y 753 Nm de par máximo. En esencia, son 190 CV (140 kW) y 68 Nm más que el V8 Vantage. Gracias a ello, completa el 0 a 100 km/h en 3,5 segundos y alcanza los 322 km/h.
Hemos de tener en cuenta que el nuevo Vantage V12 presume de una relación potencia-peso de 390 CV (287 kW) por tonelada. Para reducir el peso de manera drástica, equipa una serie de componentes de fibra de carbono. Es el caso del capó, el parachoques delantero, los guardabarros delanteros y los umbrales laterales.
Están unidos por una defensa trasera compuesta, una batería liviana y un sistema de escape doble montado en el centro. Este último está hecho de acero inoxidable ligero y reduce el peso del Vantage en 7,2 kg. De serie vemos transmisión automática de ocho velocidades como la del V12 Speedster y el Vantage F1 Edition.
Aston Martin asegura que ha introducido una calibración única que mejora la capacidad de respuesta y la interacción con el conductor. También promete estar en la marcha adecuada en el momento adecuado, además de ser más refinada.
En las entrañas del Vantage V12
El Vantage V12 también ha sido equipado con una nueva suspensión de amortiguación adaptativa. Los cambios son numerosos e incluyen nuevos bujes, así como muelles más rígidos (50% en la parte delantera y 40% en la parte trasera). Se les unen nuevas barras antivuelco que son un 5% más rígidas en la parte delantera y un 41 % más blandas en la parte trasera.
El deportivo también gana un resorte auxiliar secundario trasero. La rigidez de la carrocería ha aumentado un 8%, mientras que la rigidez lateral aumenta un 6,7%. Esto se ha logrado gracias a la adición de nuevos paneles, un puntal de suspensión trasera y refuerzos en el tanque de combustible. Ponen la guinda del pastel un diferencial de deslizamiento limitado y un sistema de dirección recalibrado.
Para el equipo de frenos, los ingenieros han recurrido a un sistema de frenos cerámicos de carbono. Ahorra 23 kg de peso y resiste la decoloración a temperaturas de hasta 800 grados. El sistema cuenta con pinzas de seis pistones que se agarran a los discos delanteros de 410 mm; mientras que las pinzas de cuatro pistones muerden unos discos traseros de 360 mm.