A nivel estético encontramos un nuevo diseño para los paragolpes delantero y trasero, faros LED rediseñados, nuevos diseños para las llantas de aleación de hasta 18 pulgadas y una paleta de colores remozada. Mantiene la capota de lona, que se puede abrir por completo o parcialmente. La maniobra completa le lleva 18 segundos y puede llevarse a cabo a velocidades de hasta 30 km/h.
Un vistazo al interior nos revela las novedades de la nueva generación. Estas incluyen los tapizados de tejido de punto y tejido de poliéster reciclado de dos tonos, cuero sintético para los JCW, la pantalla táctil de infoentretenimiento OLED circular de 9,4 pulgadas, un Head-Up Display, conectividad inalámbrica y, por supuesto, un rediseño completo de todos los elementos.
Si hablamos de espacio, sigue siendo limitado. El maletero ofrece 215 litros de capacidad con la capota puesta. Esto son cinco litros más que la versión con techo rígido. Sin embargo, con el techo abierto, la capacidad se reduce a 160 litros. Para optimizar el flujo de aire en el modelo, MINI ha añadido un deflector de viento entre los asientos delanteros y traseros.
Fabricado en Oxford, está previsto que llegue a principios de 2025.
Las mecánicas del MINI Cooper Convertible
El nuevo MINI Cooper Convertible deja de lado las cero emisiones y apuesta por mantener la combustión interna. Podemos elegir entre dos motores de cuatro cilindros turboalimentados de 2.0 litros. La gama arranca con el Cooper C Convertible, que desarrolla 163 CV (120 kW) y 250 Nm de par máximo. Le sigue el Cooper S Convertible con 204 CV (150 kW) y 300 Nm de par motor.
En ambos modelos, la potencia se envía a las ruedas delanteras a través de una transmisión automática de doble embrague con siete relaciones. El rendimiento es ligeramente inferior al hatchback debido a un peso 40 kg mayor, pero no pierde la agilidad que le caracteriza. Por último, cabe destacar que la firma alemana ha confirmado la llegada de una variante John Cooper Works.