El nuevo Porsche 911 GT3 RS no oculta sus intenciones. Este deportivo de altas prestaciones homologado para su uso en carretera se beneficia de los avances tecnológicos y conceptos desarrollados en el mundo de la competición. Hoy debuta en la Monterrey Car Week, y lo hace de una forma muy especial.
El deportivo se ha vestido de blanco y verde para rendir homenaje a uno de los deportivos más especiales de la compañía alemana, el Porsche 911 Carrera RS 2.7 de 1972. Hereda del 911 GT3 R de carreras su motor atmosférico de altas revoluciones y su construcción ligera inteligente.
Como sabrás, el motor atmosférico de 4.0 litros y altas revoluciones se ha optimizado aún más en comparación con el del 911 GT3. El aumento de potencia a 525 CV (386 kW) se logra principalmente a través de nuevos árboles de levas con perfiles de leva modificados.
La admisión a través de una sola mariposa y la distribución directa, sin empujadores hidráulicos en las válvulas, derivan de la competición. El Porsche 911 GT3 RS acelera de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos y alcanza una velocidad máxima de 296 km/h en séptima marcha.
Este Porsche 911 GT3 RS es un tributo a una joya
‘Cola de pato’, ‘RS’ o simplemente ‘2.7’. Si bien hoy en día lo conocemos como el Porsche 911 Carrera RS 2.7, se trata de un modelo con una única cara, pero muchos nombres. Fue el automóvil de producción alemán más rápido de su época y es el primer modelo de producción en serie con alerones delanteros y traseros.
Precisamente de ahí viene el apodo de «cola de pato». Hace justo 50 años, Porsche lanzó los alerones traseros al estrellato con sus modelos de producción en serie. En 1972, Porsche empezó el desarrollo del 911 Carrera RS 2.7, un modelo que fue pensado como una homologación especial.
Iba a ser un coche deportivo muy ligero y rápido y, aunque el modelo se basó en el 911, terminó convirtiéndose en un nuevo vehículo base para carreras y rallies que presentaba muchas innovaciones técnicas. El modelo más potente de la primera generación del 911 fue el primer nueveonce en ser bautizado como ‘Carrera’, la gloria suprema de la gama Porsche.
El motor de inyección de seis cilindros y 2.7 litros del automóvil producía 210 CV a 6.300 rpm y desarrollaba 255 Nm a 5.100 rpm. Esto permitió que la versión Sport acelerara de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos, un auténtico récord para la época. La velocidad máxima cruzó la marca de 245 km/h.