Aprovechando la Rennsport Reunion de hace seis años, los chicos de Stuttgart dieron a conocer al mundo un clásico moderno que nos dejó a todos boquiabiertos: el Porsche 935. Seguramente te suene este nombre, y es que el Porsche 935 original nació como un coche de carreras derivado del modelo de producción, el Porsche 930 Turbo.
Así, este primero fue reconstruido y adaptado para todo tipo de competiciones con la principal característica de que eliminaba los faros delanteros del 911, luciendo así un frontal mucho más agresivo y afilado. Desde 1976, el 935 se ha convertido en una de las piezas obligatorias en la historia del fabricante alemán, convertido según la normativa del Grupo 5 de la FIA para sumar un amplio palmarés en la categoría.
Como ya sabrás, uno de los 935 más míticos fue el que se construyó específicamente para las 24 Horas de Le Mans de 1978, el 935/78 bautizado cariñosamente como Moby Dick por la majestuosa “cola de ballena” que lucía y por su espectacular aerodinámica. Por su parte, el nuevo modelo rinde homenaje no sólo a la leyenda de finales de los ’70, sino también al 70 aniversario de Porsche.
Con un precio de 700.000 euros y solo 77 ejemplares fabricados, muestra numerosos guiños a leyendas del pasado, como los espejos retrovisores derivados del 911 RSR, las puntas de escape inspiradas en el 908 o la palanca de cambios de madera laminada del 911 GT3 R. ¿Su mayor inconveniente? Todas las unidades están destinadas únicamente a los circuitos, y hay quien no está conforme con ello.
Dos ejemplares del Porsche 935 aptos para la vía pública
Bajo la seductora carrocería de fibra de carbono y acero del Porsche 935 se encuentra un Porsche 911 GT2 RS que dos de los afortunados propietarios querían disfrutar en la carretera. Pues dicho y hecho, acudieron a Lanzante hace 18 meses, la conocida empresa británica que nos sorprendió en su día con un McLaren P1 GTR homologado para circular por carretera.
Presentados en el Festival de la Velocidad de Goodwood del fin de semana pasado, estos dos Porsche 935 han pasado por el quirófano antes de debutar en la vía pública. Entre las novedades podemos ver unos nuevos faros frontales, con los guardabarros modificados para incorporarlos. El resto de cambios están bajo la piel, con un nuevo freno de mano y mejoras en la electrónica y la suspensión.
donde no hay cambios es en el corazoncito de la bestia, que se mantiene de serie. Así, estos dos ejemplares del Porsche 935 esconden en el vano motor un bloque twin-turbo de 3.8 litros y seis cilindros en línea que produce 700 CV de potencia (521 kW). Toda esa potencia va emparejada a una caja de cambios PDK de siete velocidades.