Hace unos meses Acura nos mostró por primera vez el sedán más rápido y mejor equipado en los 35 años de historia de la marca: el nuevo Acura TLX. Con una carrocería y una arquitectura exclusivas, una completa oferta de motores turbo y una postura atlética con proporciones atrevidas, el nuevo TLX ofrece estilo y rendimiento a partes iguales.
El TLX de segunda generación también marca el muy esperado regreso de la variante de alto rendimiento Type S de Acura después de 10 años ausente en la oferta, un modelo que hoy podemos ver vestido de gala para hacer de pace car en el próximo Pikes Peak International Hill Climb.
El TLX Type S ofrece un aspecto realmente deportivo. El cromo da paso a los acentos negros brillantes en la parrilla, donde llega una textura de «diamante abierto» para proporcionar una mayor capacidad de refrigerción al nuevo motor. Las entradas de aire más grandes montadas en el parachoques tienen el mismo propósito.
Un divisor delantero negro brillante, un alerón trasero y un difusor trasero mejoran la aerodinámica del Type S, aunque también estarán disponibles en un acabado de fibra de carbono. Están disponibles dos tipos de diseños de llantas, las más llamativas las de 20 pulgadas y diseño de 10 radios forjadas que se inspiran en las del NSX.
Los más sedientos de prestaciones han de saber que el Type S cuenta bajo el capo con un nuevo motor V6 turboalimentado de 3.0 litros con turbocompresor especifico de Acura que se presenta como el pináculo de la gama con 360 CV (283 kW) y 480 Nm de par.
Está asociado a una caja de cambios automática de 10 velocidades de Acura con componentes internos mejorados para adaptarse al rendimiento. Junto a este competirán dos Acura TLX 2.0T debidamente puestos a punto para la competición que serán conducidos por Jordan Guitar y Justin Lumbard.