El Bentley Flying Spur Speed es la versión más potente y rápida del sedán de lujo de cuatro puertas. Tras renovar el pasado año la variante estándar y revelarnos las versiones Mulliner y V8, ahora es el turno del modelo cúspide de la gama. Según las previsiones del fabricante de automóviles, la mayoría se quedarán en los Estados Unidos y Europa.
A nivel estético, el Flying Spur Speed cuenta con unas enormes llantas de aleación de 22 pulgadas. Tras ellas se esconden unos discos de freno de nada menos que 420 mm de diámetro. Las pinzas están pintadas en color rojo y en ellas se puede leer la denominación de la marca. En opción también están disponibles en negro.
Para hacerlo más deportivo, Bentley ha sumado algunas chucherías al exterior. Vemos, por ejemplo, un nuevo divisor delantero, faldones laterales, un difusor trasero y un sutil alerón trasero. Todos ellos están hechos a mano en fibra de carbono de alto brillo. La especificación Blackline también está disponible en el catálogo para oscurecer todas las piezas exteriores.
En el habitáculo, la protagonista es la Dinamica Plus, un tejido de microfibra ecológico fabricado con un 73 % de poliéster reciclado. Tampoco faltan el cuero, del que se ofrecen 15 combinaciones; y el acabado en negro piano. En opción se ofrecen múltiples molduras, muchas de ellas en madera de alta calidad. Pone la guinda del pastel un nuevo modo de rendimiento en el sistema de infoentretenimiento.
El corazón del Bentley Flying Spur Speed
Lo mejor del Bentley Flying Spur Speed se encuentra bajo el capó. Allí descansa el poderoso motor W12 biturbo de 6.0 litros del fabricante de automóviles. Eroga nada menos que 635 CV (467 kW) de potencia y 900 Nm de par máximo. Esto supone un aumento de 85 CV (62 kW) y 130 Nm de par motor respecto al Flying Spur by Mulliner.
Gracias a ello es capaz de alcanzar los 333 km/h de velocidad punta. Para pasar de 0 a 100 km/h solo necesita 3,8 segundos. La potencia se envía a las cuatro ruedas a través de una transmisión de doble embrague de ocho velocidades de ZF. Los cambios de marcha son ahora más suaves mediante la preselección de marchas para acortar la interrupción del par entre engranajes.
El sistema de tracción total del Flying Spur Speed enfatiza el envío de potencia a las ruedas traseras. La distribución del par se ha equilibrado para que la respuesta de giro sea todavía más rápida y minimice el subviraje. Al mismo tiempo, el sistema de vectorización de par y la dirección en las cuatro ruedas aseguran que el sedán sea más ágil en las curvas.