La última evolución del deportivo español se llama Hispano Suiza Carmen Sagrera, rindiendo homenaje a una de las fábricas de Hispano Suiza más importantes del siglo XX. El tercer modelo de la gama de hiperdeportivos eléctricos de la compañía llega para conmemorar el 120 aniversario de la marca, y lo hace con un diseño actualizado, mayores prestaciones y una nueva batería de 103 kWh.
El nombre de Sagrera viene de la historia de la marca. En 1911, impulsada por el éxito comercial de sus vehículos, Hispano Suiza se trasladó al barrio de La Sagrera de Barcelona. Una zona reconocida por su actividad industrial, donde instaló la primera gran fábrica de la compañía para incrementar su producción. Se ubicó en la carretera de Ribas.
Allí, llegó a ocupar una superficie de 50.000 m2 y sufrió dos ampliaciones para atender las crecientes necesidades del mercado. La fábrica de Hispano Suiza empleaba a 1.800 personas. Según los responsables de la marca, esta nueva versión sienta las bases de la línea de diseño que seguirá la marca en los próximos años. El Sagrera ha sido creado para mantener viva la leyenda.
El hipercoche lleva las prestaciones, la deportividad y la pasión por el lujo a un nivel completamente nuevo. Además, cabe destacar que su tecnología se ha desarrollado y fabricado al 100% en las instalaciones de Hispano Suiza en Montmeló, Barcelona. Este 2024, la marca planea conquistar mercados clave como los Estados Unidos y culminar la homologación europea.
El Hispano Suiza Carmen Sagrera
En el diseño del frontal se percibe una clara evolución, profundizando en el uso deportivo del modelo para dotarle de más carácter. La forma de la rejilla, más puntiaguda, rinde homenaje a los frontales de algunos Hispano Suiza Alfonso XIII, un deportivo de lujo de principios del siglo XX. También se han rediseñado las salidas de aire del capó delantero.
Concretamente, se les ha dado un estilo más fluido en línea con las traseras. Un cambio que no es sólo estético, sino también funcional. Las nuevas taloneras se elevan por los laterales y el panel posterior. En la parte posterior es donde se concentran los mayores avances en cuestión de diseño y aerodinámica, con la incorporación de un gran alerón trasero con forma de alas de cigüeña, en homenaje al símbolo característico de Hispano Suiza.
Este spoiler se divide en dos piezas, optimizando la forma aerodinámica de las alas. Las placas laterales con pintura sólida combinan con sutileza con el resto de la pieza, en carbono expuesto. No menos interesante es el difusor, que se ha conseguido integrar en el diseño de la Sagrera con acentos en cobre, siguiendo la tradición Boulogne, que aporta un nuevo toque de elegancia y tradición.
El alerón y el resto de los apéndices aerodinámicos mejoran la carga aerodinámica y el agarre del coche, con un mejor paso por curva y una capacidad de generar mayores aceleraciones laterales. Por dentro, destaca un rediseño de la consola central y del infoentretenimiento en sintonía con la paleta de colores de la marca. La tapicería es en alcántara y exhibe detalles en piel negra y roja.
Por supuesto, el sistema multimedia ofrece todas las opciones de conectividad. Esta unidad luce un tono Cava Gold. Un color rico en matices en función de la incidencia de la luz y que nos transporta a la cultura vitivinícola. Por primera vez en la gama Carmen se usa un acabado mate que combina a la perfección elegancia y deportividad.
Un deportivo de altos vuelos
El Sagrera dispone de cuatro motores de 275 CV (205 kW) cada uno, lo que le proporciona una potencia conjunta de 1.100 CV (820 kW) y un par de motores de 1.160 Nm en su configuración de máximo rendimiento. Ofrece un paso de 0 a 100 km/h en solo 2,6 segundos. Los propulsores son de imanes permanentes flujo axial y conectados en serie: dos en el lado izquierdo y dos en el derecho.
La nueva batería consta de 15 módulos de 24 celdas, 360 en total. Su peso es de apenas 612 kg y puede trabajar a una tensión máxima de más de 750VDC. Su paso de 80 a 103 kWh se traduce en un aumento de la autonomía en unos 100 km según el ciclo WLTP, para llegar hasta los 480 km. A ello se suma un nuevo sistema de refrigeración más ligero, simplificado y sostenible.
La transmisión transmite la fuerza al eje trasero y dispone de un diferencial autoblocante virtual para sacar el mejor rendimiento en pista y poder transmitir de manera eficaz la bestial cantidad de par disponible a los neumáticos, en este caso unos Michelin Pilot Sport 4 S. Estos lucen una gráfica inspirada en las cigüeñas y los mosaicos de Antonio Gaudí.
Las suspensiones del Sagrera en ambos ejes son del tipo paralelogramo deformable, con amortiguadores que permite variar el reglaje de compresión y extensión y muelles helicoidales ajustables en dureza y altura. Todo ello se completa con una barra estabilizadora que enlaza ambos lados. También se han mecanizado los trapecios para aligerarlos al máximo.
Asimismo, se emplean palieres fabricados en un material especial de origen militar que tiene una resistencia hasta 8 veces superior a la del acero convencional. Para la fijación se utiliza tornillería especial de origen aeroespacial y de competición. Respecto al equipo de frenos, tenemos pinzas aligeradas en 500 gramos que son de un solo bloque. Suma discos carbocerámicos de 400 mm en ambos ejes.
Con toda esta evolución, la potencia de frenada del nuevo Sagrera aumenta en un 5%. El sistema se completa con una pedalera más rígida y con mejor agarre, además de un ajuste específico de la dirección. El peso en vacío es de 1875 kilogramos y la dimensiones son de 4.73 metros de largo, 2.38 metros de ancho y 1.24 metros de alto.