El BMW M8 Competition cuenta con una estética imponente y un salvaje motor V8 de 625 CV y 750 Nm de par con los que es capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado, pero en Manhart no han querido dejar pasar la oportunidad de meterle mano al deportivo bávaro para hacerlo todavía más salvaje que el mismísimo Porsche 911 Turbo S.
En su exterior se viste de negro para obtener una apariencia mucho más siniestra, que contrasta a su vez con la clásica franja de color dorado de Manhart. Su altura ha disminuido en 30 mm gracias a nuevos resortes firmados por H&R, que se combinan con un juego de llantas de aleación en tamaño de 21 pulgadas con diseño de seis radios dobles.
Tampoco falta la firma de Manhart en el frontal, con un splitter de fibra de carbono, nuevos paragolpes y un sutil spoiler en la zaga. En la zaga también encontraremos un nuevo silenciador con cuatro puntas de escape envueltas en fibra de carbono o cerámica, aunque la guinda del pastel se encuentra bajo el capó.
Como su propio nombre indica, el poderoso motor V8 de 4.4 litros ha pasado de 625 CV y 750 Nm hasta unos nada despreciables 825 CV y 1.050 Nm gracias a una actualización en el software. Con ello, es capaz de cubrir el 0 a 100 km/h en solo 2,6 segundos y de alcanzar los 200 km/h desde parado en 5,7 segundos.
Manhart también ha modificado el sistema de escape, eliminando el filtro de partículas de gasolina para desbloquear una banda sonora más robusta. Y si quieres un plus de sonido, te ofrecen un conjunto de bajantes sin catalizadores, junto con válvulas de escape ajustables y las puntas cuádruples de 100 mm.