Han pasado más de 30 años desde que conocimos por primera vez el que se convirtió en un superdeportivo icónico para toda una generación, el Ferrari F40. Vio la luz el 21 de julio de 1987 y, a día de hoy, este Cavallino Rampante que se fabricó desde 1987 hasta 1992 todavía sigue levantando pasiones entre los fanáticos del automovilismo. Se nota que su diseño corrió a cargo de Pininfarina.
Su puesta de largo oficial tuvo lugar en el Centro Cívico de Maranello -donde ahora está el Museo Ferrari-. De todos los coches históricos que han salido de Maranello, el Ferrari F40 es sin duda alguna uno de los más legendarios, entre otras cosas porque fue el último Ferrari supervisado por Enzo, el último coche en llevar la “firma” del fundador de la marca.
Más allá de este dato, hay muchos otros secretos que han llevado al Ferrari F40 no solo a convertirse en una auténtica joya de museo, sino también en una verdadera obra de arte de la ingeniería, uno de los automóviles más cercanos a la competición que han sido homologados para su uso en la vía pública. Ahora, Liberty Walk ha hecho de las suyas sobre la base de este icono.
El Ferrari F40 de Liberty Walk
Siempre que sale al mercado alguna novedad del polémico preparador Liberty Walk es inevitable que centremos toda nuestra atención en ella. Sus icónicas carrocerías ensanchadas, los alerones desorbitados y sus clásicos remaches dignos del laboratorio de Frankenstein llaman la atención de cualquiera de los mortales, y este Ferrari F40 no es la excepción.
Los paneles de la carrocería de kevlar/fibra de carbono del F40 original han sido sustituidos por un amplio kit de carrocería del mercado de accesorios hecho de FRP. Entre las novedades podemos apreciar una nueva fascia delantera con un divisor prominente, un capó ventilado y cubiertas de luces que reemplazan a las unidades emergentes de serie y lo acercan al F40 LM.
Los guardabarros traseros son más dramáticos, adoptando las clásicas extensiones con remaches de Liberty Walk. La zaga tiene un nuevo difusor, un alerón trasero ajustable y letras Liberty Walk, junto con el emblema original de Ferrari. Remata el conjunto una suspensión neumática. Por su parte, el motor central V6 biturbo de 2.9 litros permanece intacto.