Hennessey Performance está que se sale. En los últimas meses hemos visto auténticas salvajadas sobre la base de todo tipo de bestias americanas, pero para su último trabajo el preparador ha optado por recuperar la denominación ‘Venom’. Como ya sabrás, es la que utiliza en su poderoso hypercar. Sin embargo, el Hennessey Venom 775 no se caracteriza por ser un deportivo de altos vuelos…
Se trata de un Ford F-150 profundamente modificado tanto en su exterior como en su interior. A nivel estético, añade distintivos de Hennessey en la carrocería y en el habitáculo, una suspensión elevada en 152 mm, paragolpes personalizados delanteros y traseros, luces LED adicionales, pasos de rueda ensanchados, frenos Brembo con pinzas de seis pistones (delante), estriberas laterales eléctricas y llantas de 20 pulgadas.
Por supuesto, estas van calzadas con neumáticos todoterreno de hasta 35 pulgadas. Y para rematar, podemos ver insignias personalizadas y la denominación Venom 775 en el interior. Hennessey solo construirá 250 ejemplares a un precio que parte de 100.000 dólares estadounidenses. Eso sí, te alegrará saber que tiene una garantía de tres años o 96.000 kilómetros.
En las entrañas del Hennessey Venom 775
El especialista del mercado de accesorios tejano ha equipado el bloque Ti-VCT V8 de 5.0 litros del pick up con un sobrealimentador de 3.0 litros. Esto, junto con algunas mejoras técnicas, consigue una potencia total de 775 CV (578 kW) y 985 Nm de par máximo. Con estas cifras, el Ford F-150 Venom es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 3,8 segundos.
Para lograr este aumento del 94% en la potencia y del 77% en el par motor, Hennessey también ha recurrido a nuevos componentes como un sistema de inducción de aire de alto flujo, un intercooler aire-agua, un nuevo sistema de escape de tipo catback, numerosos componentes reforzados y una optimización de la unidad de control de gestión del motor.