La nueva generación del Land Rover Defender está calando hondo en todo el mundo. La reinterpretación de un icono para el siglo XXI es inteligente, capaz y segura para toda la familia. Además, gracias a las actualizaciones de Manhart, el Defender DP500 es también muy poderoso.
No hay otro vehículo igual, aunque no es aquel Defender indestructible que conocíamos. Parece resistente porque lo es, aunque luce un diseño práctico y una ingeniería espectacular para seguir ocupando un lugar muy especial en el corazón de los más aventureros.
Tras anunciarlo hace ya un tiempo y aprovechando el tirón del nuevo Defender, Manhart ha querido mostrarnos su último paquete de actualización para el todoterreno, que está desarrollado sobre la versión de carrocería larga ’110’ e incluye un aspecto mucho más radical.
Novedades de Manhart para el Defender DP500
El trabajo de Manhart incluye diversos vinilos, elmentos en negro brillante, un sistema de escape de acero inoxidable que se ofrece con tubos de escape revestidos de carbono o de cerámica, frenos mejorados y una suspensión neumática que rebaja la altura libre al suelo en 30 mm.
Rematan el conjunto llantas en tamaño de 24 pulgadas calzadas con neumáticos en medidas 295/30. En caso de que los compradores no quieran unas ruedas tan grandes, también se ofrecen otras llantas más pequeñas de 22 pulgadas con neumáticos de medidas 295/40.
También hay novedades en el interior, donde se ofrecerán diversos paquetes de personalización a base de cuero y Alcantara, así como unos asientos Recaro de nueva factura. Sin embargo, el plato fuerte está bajo el capó, como nos tiene acostumbrados el especialista del mercado de accesorios.
La mecánica del Defender P400 AWD, que equipa un bloque de seis cilindros turboalimentado de 3.0 litros, cuenta ahora con un ajuste de la ECU que eleva la cifra de potencia a 520 CV y 710 Nm de par. Gracias a ello, se sitúa en prestaciones a la par del Defender V8 de 5.0 litros sobrealimentado.