Hay coches cuyas líneas sencillamente son magistrales y pueden ser reconocidos por cualquier persona. Estas siluetas son tan perfectas que apenas han cambiado desde su salida al mercado, como en el caso del Porsche 911. Este quizá sea uno de los automóviles más fácilmente reconocibles del planeta y, con unos sencillos ajustes, versiones como este Manhart TR 750 no decepcionan.
Si bien hay gente que protesta con el continuismo excesivo, hay una cosa clara en los negocios, si algo funciona, no lo cambies. Porsche nos presentó hace algún tiempo el nueveonce Turbo S de nueva generación. Sin embargo, Manhart acaba de completar ahora un proyecto basado en el deportivo, como ya hiciera con su predecesor. Es innegable que tiene muy buena pinta.
Parte de la culpa la tiene el paquete estético del especialista, compuesto por una carrocería negra con vinilos en dorado y el logotipo ‘TR 750’, que es el apodo de Manhart para el deportivo. Las llantas se mantienen de serie, pero para rematar el conjunto y hacerlo todavía más dinámico, se han instalado nuevos muelles H&R que rebajan la altura total del modelo en 30 milímetros.
En las entrañas del Manhart TR 750
A nivel mecánico, Manhart ha dotado el motor de seis cilindros y 3.8 litros de un ajuste de software. De igual forma, se ha optimizado el sistema de escape con control de válvulas, incluyendo un sistema Kline más deportivo con bajantes de 200 celdas. Esto mejora la banda sonora y aumenta sensiblemente el rendimiento.
Todo ello permite que este Porsche 911 Turbo S desarrolle la friolera de 750 CV de potencia (552 kW). Esto representa un aumento de 100 CV (74 kW) sobre el modelo original. Gracias a ello, es capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en solo 2,6 segundos. Declara una velocidad punta superior a los 330 km/h. Y ojo, porque un paquete de 850 CV está en camino…