El Mercedes-AMG GT R se ha ganado el respeto de los amantes del automóvil por méritos propios. Con un tiempo de vuelta de solo 7:10.92 en Nürburgring, tiene una mecánica brillante capaz de deslumbrar a su conductor al hundir el pie derecho sobre el acelerador. Y ojo, porque este Mercedes-AMG GT R de BSTC Performance es aún más salvaje.
Vivimos en un mundo de inconformistas y preparadores como BSTC se aprovechan de ello. Como la gran mayoría de vosotros sabréis, el coupé de la marca de la Estrella equipa el bloque V8 de 4.0 litros que eroga con una potencia de 585 CV (430 kW) y 700 Nm de par máximo.
En definitiva, es uno de esos coches de calle que podría pasar perfectamente por un coche de carreras gracias a su aspecto radical, prestaciones y tecnología de la competición. Sin embargo, el especialista alemán carece de cordura cuando se trata de añadir caballos superando incluso a la versión Black Series.
Más de 900 CV CV para el Mercedes-AMG GT R de BSTC
A nivel estético, el AMG GT R del preparador germano se ha actualizado con componentes originales del GT R Pro y la renovada gama GT. Estos incluyen los nuevos faros y luces traseras LED, el paragolpes delantero rediseñado con canards de fibra de carbono, faldones laterales más deportivos y un paragolpes trasero con ventilaciones.
Por su parte, el difusor de fibra de carbono se expande hacia los lados, al tiempo que en la zaga se incorpora un alerón fijo. Las llantas forjadas AMG Performance también son del AMG GT R Pro y están calzadas con neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 en dimensiones 285/30 R19 en la parte delantera y 335/25 R20 en la parte trasera.
El motor V8 biturbo de 4.0 litros se ha actualizado con un nuevo par de turbocompresores de Weistec Engineering, enfriadores de aire de Wagner, bajantes IPE con catalizadores deportivos de 200 celdas, una admisión de fibra de carbono ARMA y un software de ECU convenientemente ajustado para sacarle las máximas prestaciones.
Como resultado, la potencia se ha incrementado hasta nada menos que 903 CV (664 kW), lo que lo hace más potente que cualquier variante del AMG GT, incluido el Black Series de 730 CV (537 kW). La potencia se envía al eje trasero a través de la transmisión de doble embrague AMG Speedshift de siete velocidades que también se ha ajustado.