Las críticas no lograron detener a Rolls-Royce, quien hace ya dos años sacó al mercado su poderoso Cullinan, el que se ha convertido en el todoterreno más lujoso del planeta, por mucho que le duela al Bentley Bentayga. Se trata del segundo Rolls-Royce de nueva generación que se construye haciendo uso de la nueva ‘Arquitectura de lujo‘ de aluminio.
Eso, unido a la máxima tecnología, lo convierten también en el SUV de lujo más avanzado tecnológicamente. Bajo el capó, el conocido bloque V12 biturbo de 6.75 litros desarrolla 571 CV (420 kW) a 5.000 rpm y 850 Nm de par máximo desde 1.600 vueltas para mover los 2.660 kilogramos que pesa este mastodonte.
Pero en el mundo hay mucho inconformista, y es por ello que el especialista del mercado de accesorios del automóvil Creative Bespoke nos presenta una de sus últimas creaciones ¿Su precio? Piden 564.868 euros al tipo de cambio actual en eBay, ya que solo habrá 20 ejemplares y se han invertido en él más de 250.000 dólares estadounidenses.
¿Qué ofrece el Rolls-Royce Cullinan Keyvany Edition?
Gracias al trabajo del especialista tendremos un Cullinan mucho más agresivo que el convencional. El imponente y lujoso SUV luce en su carrocería un completo paquete de personalización en el que no falta una carrocería ensanchada con múltiples elementos de fibra de carbono y tomas de aire adicionales. El Spirit of Ecstasy es ahora de cristal.
Se han añadido faldones laterales, un difusor trasero, un paragolpes delantero con una barra de luz LED integrada, cubiertas de los espejos, un prominente alerón trasero, una cubierta del motor personalizada y un sistema de escape deportivo con cuatro salidas. Rematan el conjunto unas gigantescas llantas forjadas MV que lucen un diseño multirradio.
La carrocería, bastante discreta, apuesta por una combinación bitono para dejar a la vista la fibra de carbono. Los otros colores son los Starlight Headliner y Burnout Grey de Rolls-Royce. Se combinan con un indiscreto tono naranja en el habitáculo. Este tapizado se ha aplicado a los asientos, las puertas, los reposabrazos y, por supuesto, el salpicadero.