Ya sabéis que hablar del Suzuki Jimny es hablar inevitablemente de éxitos fuera del asfalto. Basta con recordar el LJ80 fabricado entre 1978 y 1982 que incluso llegó a competir en el rally París-Dakar (precisamente en 1982), para darse cuenta de ello. Es más, el pequeño Suzuki Jimny sigue manteniendo sus excelentes capacidades en esta última entrega, lanzada en 2018.
Sin embargo, parece existir toda una corriente de inconformistas que quieren que el Jimny se parezca a cualquier cosa, menos a un Jimny. Es por ello por lo que estos años atrás hemos visto a numerosos especialistas del mercado de accesorios del automóvil crear réplicas del Defender, del Bronco e incluso del Clase G tomando el Jimny como base.
Una tendencia a la que ahora vuelve a sumarse el especialista del mercado de accesorios del automóvil DAMD (Dream Automotive Design and Development). En su día el preparador ya nos ofrecía paquetes de conversión para asemejar el Jimny al Defender y al Clase G. Sin embargo, en esta ocasión DAMD ha optado por crear algo un tanto diferente, con sabor a los ’80.
Un Suzuki Jimny con esencia del Grupo B
Gracias al último paquete del preparador japonés, el todoterreno se transforma en una especia de versión crossover de dos modelos muy especiales en la década de 1980: los Lancia Delta Integrale y Renault 5 Turbo. Para ello, no faltan nuevos paneles, accesorios, carrocerías anchas y llantas de aleación OZ Racing.
Bajo la denominación “European Masterpiece” («Obra maestra europea»), el paquete de DAMD rinde homenaje a los icónicos hot hatch de los años 80. Comenzando por el modelo galo, el especialista ha añadido unos faros y una parrilla inspirados en el R5. Luce el característico color azul con paragolpes a contraste negros. Tampoco faltan las tomas de aire laterales y un alerón de techo.
Irónicamente, luce en los laterales el vinilo ‘non Turbo’, en referencia a la mecánica del Jimny. Rematan el conjunto un nuevo juego de llantas de aleación desarrolladas en colaboración con OZ Racing. Se emplean para ambos modelos y están disponibles en blanco de carreras con letras rojas o en grafito oscuro con letras blancas.
En cuanto al juguete italiano, vemos un frontal rediseñado con faros cuádruples redondos, una parrilla cromada y un paragolpes personalizado que es innegable que se da un aire al del Lancia Delta Integrale. El perfil presenta amplias extensiones de guardabarros, como ocurría en el kit de carrocería del italiano.
Adicionalmente, en la zaga se han incluido nuevas salidas de aire, un paragolpes del color de la carrocería y un alerón para «mejorar la carga aerodinámica». Como no podía ser de otra forma, la carrocería se ha pintado de rojo, con la clásica franja central.
La mala noticias es que, debajo del capó, se mantiene intacto el motor de gasolina de 1.5 litros atmosférico. Eroga 102 CV (75 kW) y 130 Nm de par máximo.La potencia se transmite a las cuatro ruedas a través de una caja de cambios automática de cuatro velocidades y el sistema de tracción total AllGrip Pro.