En su tercera generación, el Range Rover Sport ha conseguido mejorar en todos los apartados a su antecesor, sin por ello perder en personalidad o en sus excelentes aptitudes camperas. Sobrio e imponente por fuera, su carácter deportivo se realza en el acabado Dynamic SE con la llegada del Stealth Pack, que le da una vuelta de tuerca al ya de por sí atractivo Black Pack.
El nuevo paquete se ha diseñado cuidando hasta el último detalle, a fin de destacar tanto el exterior como el interior. Dependiendo del mercado, está disponible con una gama de motores híbridos suaves de seis cilindros en gasolina (P360, P400) o diésel (D250, D300). A finales de este año, se les unirán las versiones híbridas enchufables P460e y P550e.
El Range Rover Sport Dynamic SE con Stealth Pack
Como parte del paquete Stealth Pack, encontramos para el exterior del Range Rover Sport una sofisticada pintura metalizada premium en color oscuro Carpathian Grey. Va acompañada de un film protector satinado. Dicho film, que se coloca directamente en el proceso de producción, ofrece un exquisito acabado satinado moderno.
Adicionalmente, protege el vehículo, ya que puede retirarse y sustituirse fácilmente si se araña o sufre daños. A su vez, contrasta con el paquete negro ampliado. Este cubre de color Narvik Black Gloss las branquias del capó, las insignias, los estribos laterales y los paragolpes. Su robusta presencia deportiva se realza aún más gracias a las llantas de 23 pulgadas en color Gloss Black.
Tras ellas descubrimos unas pinzas de freno negras, cristales oscurecidos y techo en contraste en color Narvik Black Gloss. El interior sigue la temática oscura y misteriosa con piel Windsor en colores Ebony o Light Cloud. Ambos colores contrastan con el revestimiento en Natural Black. A nivel de equipamiento no hay cambios, con una dotación de lo más completa.