No es ningún secreto que el Papa cuenta con una flota de vehículos que a muchos nos gustaría tener en nuestro garaje. A lo largo de los años, la flota de Papamóviles ha sido una de las colecciones de automóviles más diversas que existen, pudiendo encontrar desde el Fiat Panda original o el Mercedes Clase G hasta algún que otro Lamborghini.
Sin embargo, todos los vehículos que hasta ahora protagonizaban el garaje del Vaticano tenían algo en común: no estaban en sintonía con el profundo interés del Papa Francisco en los asuntos ambientales globales. Es por ello que, a partir de ahora, el responsable de la Iglesia Católica viajará en un Toyota Mirai especialmente modificado.
El automóvil de pila de combustible de hidrógeno ha sido entregado al Papa Francisco como regalo en la Conferencia de Obispos Católicos de Japón (CBCJ). El automóvil es uno de los dos vehículos que fueron fabricados especialmente por Toyota para cubrir las necesidades del Papa durante su visita a Japón en noviembre de 2019.
El Papamóvil impulsado por hidrógeno mide 5,1 metros de largo y 2,7 metros de alto (incluido el techo especial), lo que permite al Papa estar de pie en la parte posterior. Mantiene en sus entrañas el motor de 154 CV de potencia, contando con una autonomía real en torno a los 500 kilómetros.