Puede que el nombre de SVI Engineering no te suene demasiado, pero este especialista en vehículos blindados de Sudáfrica nos ha sorprendido años atrás con curiosas creaciones sobre la base del Toyota Land Cruiser, como el SVI Max 3 Troopy, un vehículo multipropósito. Su último proyecto, lejos de optar por un enorme SUV, toma como protagonista al Volkswagen Golf GTI Mk8.
Sí, estamos de acuerdo en que el deportivo compacto de Wolfsburgo no es la base habitual para elaborar un vehículo blindado, pero ahí reside precisamente su encanto. Este hatchback mantiene su motor de cuatro cilindros y 2.0 litros turboalimentado con 245 CV (180 kW), pero suma a su envoltura un blindaje capaz de resistir los disparos de un AK-47, entre otras armas.
El Volkswagen Golf GTI de SVI Engineering
Si bien las novedades también son compatibles con el Volkswagen Golf R, la compañía nos muestra su propuesta sobre la base del GTI. Disfrazado de vehículo de respuesta rápida, recibe un revestimiento de acero blindado de 3,5 mm y vidrio balístico ligero. Sólo la ventanilla del lado del conductor se puede abrir hasta la mitad, mientras que las demás permanecen fijas.
Para las puertas, los pilares y el techo se apuesta por el acero blindado de alta calidad. En la parte trasera, el portón no va blindado, pero se recurre a una mampara personalizada que es del mismo acero. Adicionalmente, encontramos protecciones en elementos críticos como el motor, los guardabarros delanteros y la batería. El blindaje suma unos 340 kg de peso adicionales.
A cambio de la penalización en la báscula, este Golf GTI con protección B4+ es capaz de resistir ataques de pistolas y rifles de hasta 7,62 x 39 mm; mientras que los cristales soportan cuatro disparos de un AK-47 en un cuadrado de 300 mm. Rematan la jugada diversos ajustes en la suspensión para soportar el peso adicional. El paquete de blindaje cuesta 35.000 dólares y requiere de tres meses de trabajo.