No es la primera vez que nos encontramos con una noticia similar, pero no por ello deja de sorprendernos. El pasado lunes, el capitán del enorme buque Sincerity Ace (198 metros), con bandera panameña, reportó a la Guardia Costera estadounidense un importante incendio a bordo del navío, con capacidad para nada menos que 5.200 vehículos.
Según informan las diversas fuentes, el barco se dirigía a diversos puertos de Hawai y Estados Unidos con la friolera de 3.500 vehículos Nissan en su interior (así lo ha confirmado el propio fabricante), entre otros modelos que no han sido desvelados. Tras el incendio, el buque fue abandonado a la deriva en el Océano Pacífico, a aproximadamente a 2.071 millas (3.333 kilómetros) al noroeste de la isla hawaiana de Oahu.
La causa y el alcance del incendio aún se desconocen, pero el miércoles el barco todavía estaba en llamas.
Dieciséis de los tripulantes fueron rescatados por mercantes que se encontraban en la zona, aunque por el momento cuatro personas están desaparecidas, según los últimos informes de la Guardia Costera. El barco fue construido en 2009 y es propiedad de Shoei Kisen Kaisha, pero está alquilado a Mitsui OSK Lines, un importante transportista de vehículos.
Su propietario formalizó un plan de salvamento y envió remolcadores comerciales a la escena, los cuales intentaron rescatar los cuatro marineros desaparecidos, pero el pasado miércoles por la noche se suspendió la búsqueda sin éxito. Respecto a la carga, un portavoz de Nissan asegura que «no tenemos información sobre el estado de los vehículos en este momento. Nuestros pensamientos están en los miembros de la tripulación, así como en la seguridad de los equipos de rescate«.