La crisis generada por el coronavirus está cambiando nuestra forma de ver las cosas, pero también está modificando la forma de actuar de numerosas empresas y fabricantes que se han volcado de lleno para ayudar a usuarios y gobiernos a superar estos duros momentos que azotan al planeta.
Hemos visto fabricantes de automóviles como Lamborghini que producen mascarillas, otros tantos que ceden sus flotas de vehículos para los sanitarios e incluso marcas que están fabricando respiradores utilizando piezas de sus vehículos. Prácticamente todos se han volcado en esta pandemia.
Sin embargo, no debemos olvidar que las empresas nacieron para ganar dinero, y esta es una situación realmente complicada para muchas de ellas, especialmente en el sector de la automoción, uno de los más relevantes en Europa y los Estados Unidos, aunque está claro que al otro lado del Charco nos llevan ventaja en eso de incentivar el consumo.
Solo con ver las cifras de ventas en España es para echarse a llorar.
No nos queda otra, o nos reinventamos, o no vamos a poder con esta crisis, así que muchos fabricantes están potenciando la venta de vehículos online alrededor de todo el Globo. El único problema es que, ante semejante incertidumbre, son pocos los que se atreven a comprar un coche, lo que ha dado lugar a incentivos de todo tipo que cobran mayor fuerza en los Estados Unidos.
Algunos de los más populares son el aplazamiento de los pagos en hasta 120 días sin intereses de General Motors (entre muchos otros), la ampliación de la garantía en modelos de Kia y Hyundai o los programas de garantía por pérdida de empleo que ofrecen la supresión del pago de hasta seis cuotas mensuales, por poner algunos ejemplos.
Pero hay fabricantes que van un paso más allá y nos dejan incentivos todavía más suculentos, como es el caso los descuentos adicionales para los trabajadores de la salud que están en primera línea durante esta pandemia. Las ofertas varían de los 500 a los 750 dólares de descuento y se pueden combinar con otros bonus de hasta 1.500 dólares, como en el caso de Mazda.
Otra apuesta interesante es la de Ash Crest Collection, un concesionario que ofrece hasta siete deportivos cuyos ingresos de la venta irán destinados en su totalidad a los negocios locales y las familias afectadas por el coronavirus. El concesionario, ubicado en Fort Wayne, Indiana, ya ha vendido uno de los vehículos disponibles: un Porsche 911 GT3 de 2004.
Los otros seis deportivos de élite que aún están a la venta son un Chevrolet Corvette de 1966, un Chevrolet Corvette de 1967, un Ferrari F40 Spider de 2006, un Ferrari F430 Spider de 2007, un Lamborghini Gallardo LP560-4 de 2013 y un Porsche 911 GT2 RS 2018.
Una tercera propuesta de lo más peculiar es la del concesionario de Ford Koons Silver Spring en Maryland, que ha anunciado que pagará hipotecas de hasta 1.500 dólares durante dos meses a quien compre un coche nuevo. La oferta tiene un valor total de 3.000 dólares y no solo se aplica a los propietarios de viviendas, también es válido para arrendamientos o alquileres de viviendas.