Los coches eléctricos se van abriendo paso en el mercado, pero la infraestructura de recarga, por desgracia, no avanza al mismo ritmo. Y los coches eléctricos sin puntos de recarga, poco sentido tienen. Puede que muchos usuarios tengan un punto de carga doméstico, pero ¿Y los que no? Pues precisamente esa es la razón de ser de L-Charge, quien nos acaba de presentar su proyecto en España.
Puede que el nombre de L-Charge no te suene demasiado. Te lo presentaremos. Se trata de un fabricante de cargadores de vehículos eléctricos con sede en el Reino Unido y con instalaciones de producción en los países bálticos. Su principal característica es una solución que consiste en producir energía eléctrica a través de un motor de gas natural.
Es la solución más sostenible por el momento. Sin embargo, la idea es que estos motores generen electricidad a partir del hidrógeno al 100%, cuando el hidrógeno esté disponible a gran escala. La conversión de sus estaciones de carga para generar electricidad con hidrógeno ayudará a conseguir cero emisiones de CO2, siendo 100% respetuosas con el medio ambiente.
Veamos qué nos propone esta compañía y cómo puede ayudarnos a solventar uno de los principales hándicaps a los que se enfrenta actualmente el coche eléctrico en España: la carencia de puntos de recarga públicos en la red viaria.
Un problema de infraestructura
Los objetivos ambientales de España y de la Unión Europea en materia de reducción de las emisiones de CO2 y descarbonización son firmes. Sin embargo, el Barómetro de la electromovilidad presentado por ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones), revela que estamos muy lejos de conseguir estos objetivos.
No es ningún secreto que la instalación de puntos de recarga públicos es una asignatura pendiente por parte de las Administraciones si queremos cumplir lo establecido en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030. Por suerte, parece que la cosa cambiará a partir del 1 de enero de 2023, o al menos eso indican desde nuestro gobierno.
El Barómetro de la electromovilidad revela que en nuestro país hay casi 16.500 puntos de recarga públicos en el tercer trimestre del año. Aparentemente no son pocos, pero hemos de tener en cuenta que en España hay matriculados más de 150.000 vehículos electrificados entre coches eléctricos e híbridos enchufables. Y el 60% de sus propietarios no tienen un punto de recarga doméstico.
En otras palabras, unos 90.000 usuarios necesitan recurrir a puntos de recarga públicos para cargar las pilas de sus vehículos. Sin embargo, la infraestructura pública apenas es capaz de abastecer al 10% de ellos. Además, el avance en la instalación de puntos de recarga públicos es lento y, la mayoría de nuevos cargadores tienen potencias iguales o inferiores a los 22 kW.
Para que os hagáis una idea, el 83% de la infraestructura de recarga de acceso público en España tiene potencias inferiores o iguales a 22 kW. El 17% restante se divide en unos 800 puntos de carga de 22 a 50 kW; menos de 700 puntos de carga de 50 a 150 kW; en torno a 130 cargadores con potencias entre 150 y 250 kW; y poco más de 150 puntos de carga de más de 250 kW.
La solución de L-Charge
Parece evidente que la infraestructura y la potencia de los puntos de recarga públicos es insuficiente tanto para lo que está por llegar como para lo que hay ahora. El Real Decreto-ley 29/2021 busca solucionar este problema a partir del 1 de enero de 2023. El objetivo es cumplir con los planes del Gobierno de alcanzar los 100.000 puntos de carga públicos en 2023.
Pese a ello, El Real Decreto no establece duras sanciones para quienes no cumplan con la nueva normativa, así que habrá que ver qué ocurre finalmente. Mientras tanto, L-Charge nos ofrece una solución más que interesante. Concretamente, han lanzado con éxito su servicio de carga ultrarrápida de vehículos eléctricos móviles en Madrid.
Esta solución se une a sus estaciones de carga fijas, más pensadas para grandes flotas y empresas que desarrollarán en España de la mano de Powen. Adicionalmente, la compañía ha anunciado una inversión de 5 millones de euros en la infraestructura de carga para la ciudad en los próximos meses. El servicio está disponible desde el 21 de noviembre de 2022.
Montadas sobre una Iveco Daily propulsada por gas natural, la estación móvil de carga ultrarrápida es capaz de suministrar más de 150 kWh de potencia a coches eléctricos. La idea es situarse en ubicaciones clave como instalaciones de ocio, centros de hostelería, comercio minorista o aparcamientos, donde la capacidad de la red y la conectividad pueden ser una gran preocupación.
Lo mejor de todo es que sus generadores funcionan con GNL, hidrógeno o una combinación de ambos, no con diésel. Su furgoneta de carga móvil incorpora una minicentral eléctrica a bordo, que utiliza combustibles limpios para producir electricidad, lo que le permite circular libremente por la ciudad y ser llamada cuando sea necesaria a través de la aplicación, como un taxi.
También es posible reservar y asignar la camioneta de carga móvil a una ubicación conveniente. La furgoneta de carga móvil proporciona una carga superrápida: del 0 % al 80 % en 15-25 minutos. Como señala Andrew Parker, vicepresidente de L-Charge, se han reunido con importantes empresas españolas de logística, transporte público y servicios de transporte, recibiendo un gran apoyo e interés.
Sin duda alguna, hablaremos mucho de ellos en los próximos meses…