Hace ya unos años que Ford dejó de vender la versión de pasajeros de su clásica furgoneta Econoline, pero la compañía del óvalo azul todavía fabrica algunas variantes de carrocería del modelo. Aprovechando la ocasión, la firma Sportsmobile, con sede en los Estados Unidos, ha querido convertir este mítico furgón en una autocaravana.
Pero no hablamos de una furgoneta camperizada cualquiera, sino de un auténtico campamento sobre ruedas capaz de llegar a algunos de los rincones más inhóspitos del planeta gracias a sus múltiples modificaciones y a su poderoso bloque V10 de 6.8 litros Ford con 310 CV de potencia y 570 Nm de par.
Las furgonetas camperizadas de Sportsmobile presumen de una altura libre al suelo de 419 milímetros y un ángulo de entrada de 44 grados, lo mismo que un Jeep Wrangler JL Rubicon, al tiempo que son capaces de remolcar un peso de hasta 4.536 kilogramos. Son auténticas bestias.
El kit de conversión todoterreno estándar utiliza una caja de transferencia impulsada por engranajes Atlas, amortiguadores Fox, un eje delantero Dynatrac Pro Rock 60, una barra estabilizadora delantera de desconexión rápida y los discos de freno de un Ford F550. Por supuesto, hay muchos otros accesorios disponibles.
Como era de esperar, la conversión de Sportsmobile no es lo que se dice barata. El Ford Econoline tiene un precio de partida de 32.580 dólares estadounidenses, algo menos de 30.000 euros al cambio, mientras que el paquete camper de Sportsmobile tiene un coste de 36.195 dólares, techo elevable incluido.
La conversión todoterreno añade otros 20.945 dólares a la factura final, al tiempo que el paquete opcional con ventanas y puertas eléctricas suma otros 1.950 dólares. En otras palabras, con todo el equipamiento disponible este Ford Econoline camper se sitúa por encima de los 90.000 dólares.
En el siguiente vídeo podéis ver algunas de las múltiples opciones de equipamiento interior que ofrece la compañía norteamericana.