Bentley Motors nos anuncia hoy la cuarta generación del Bentley Continental GT Speed en sus versiones Coupé y Convertible, que son en realidad un profundo lavado de cara de los modelos actuales. Siguiendo la saga del Continental GT desde hace 21 años, el nuevo modelo redefine la combinación perfecta de prestaciones de superdeportivo, lujo artesanal y usabilidad para el día a día.
Como se puede ver, el Continental ha sufrido un completo rediseño exterior e interior con modernos y depurados detalles. Gracias a ello, refleja el nuevo ADN de estilo definido por los modelos Bacalar y Batur de Bentley. Un cambio destacado en esta línea es la disposición de los faros cuádruples de sus predecesores, que se sustituyen por un nuevo par de faros LED matriciales de una sola unidad.
Asimismo, vemos una parrilla más pequeña y unas entradas de aire similares a las de su predecesor. De perfil, desaparecen las branquias y adopta nuevos diseños de llantas, que combinan con una paleta de colores remozada. Se mantienen los musculosos pasos de rueda y los marcados nervios. En la zaga encontramos unos faros rediseñados con tecnología LED y un diseño que imita a la alta joyería.
Para los frenos, Bentley ofrece dos opciones: los discos de hierro ventilados estándar o un conjunto de carburo de silicio y carbono. Ambos utilizan pinzas de diez pistones delante y de cuatro pistones detrás. Pasando al interior, mejoran el aislamiento acústico, la arquitectura eléctrica, los ADAS y el sistema de infoentretenimiento, que ahora es compatible con conectividad y actualizaciones inalámbricas.
Mantiene la instrumentación digital y la pantalla del sistema multimedia giratoria, al tiempo que se amplían las posibilidades de personalización bajo la batuta de Mulliner. Las entregas de los nuevos Bentley Continental GT Speed y GTC Speed comenzarán en el tercer trimestre de 2024. Los modelos se fabricarán en la sede de la compañía en Crewe, Reino Unido.
En las entrañas del Bentley Continental GT Speed
Como guinda del pastel a las novedades encontramos un nuevo tren motriz Ultra Performance Hybrid. Este ofrece una potencia combinada de 782 CV (583 kW) y 1.000 Nm de par máximo. Supera con ello las cifras de los anteriores motores V8 y W12. Se trata, de hecho, del Bentley más potente jamás fabricado, lo que demuestra que la electrificación tiene sus ventajas.
El conjunto mecánico consta de un poderoso bloque V8 biturbo de 4.0 litros con 600 CV (441 kW) y un motor eléctrico. Este va integrado en la transmisión de doble embrague de ocho velocidades. Aporta otros 190 CV (140 kW) y se asocia a una batería de 25,9 kWh ubicada detrás del eje trasero para un equilibrio de peso óptimo. Declara 81 km de autonomía eléctrica.
Una carga completa requiere de 2 horas y 45 minutos en una toma de corriente de 11 kW. A nivel técnico encontramos un sistema de tracción total con vectorización del par, un diferencial de deslizamiento limitado electrónicamente en el eje trasero y el chasis activo Bentley Performance más sofisticado. Ahora incluye el sistema activo de estabilización de balanceo de 48 V.
Todo ello rematado por una nueva suspensión neumática de dos cámaras y amortiguadores adaptativos de doble válvula; una nueva generación de software de control ESC y dirección en las cuatro ruedas. En cifras, suma 192 kg de peso a su predecesor. Sin embargo, acelera de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos (3,4 segundos el GTC) y puede alcanzar una velocidad punta de 335 km/h (285 km/h el GTC).