El etiquetado energético de los neumáticos es obligatorio en toda la Unión Europea desde el 1 de noviembre de 2012. Esencialmente, se trata de un gráfico informativo que debe acompañar a todo neumático nuevo, ya sea de turismo, camión ligero o camión pesado, y se creó con el objetivo de facilitar la compra del neumático.
En realidad, es muy similar a la etiqueta energética que podemos encontrar en los electrodomésticos, ya que nos informa de tres aspectos fundamentales en relación con los neumáticos: la eficiencia en el consumo energético del coche, la adherencia de la goma en suelo mojado y el ruido exterior que produce.
Con el paso de los años, el etiquetado energético de los neumáticos ha ido recibiendo modificaciones, estando la última de ellas prevista para el próximo año. Así se desprende de la votación celebrada ayer mismo, donde el pleno del Parlamento Europeo dio el visto bueno a la renovación del etiquetado energético de los neumáticos.
La Unión Europea no solo está buscando hacer el etiquetado más visible y reforzar su cumplimiento, sino también elevar la eficiencia energética. Para lograrlo, se introducirán una serie de novedades entre las que cabe destacar:
- Registro de los neumáticos en una base de datos de productos.
- Adición de iconos que reflejen el nivel de adherencia en nieve y hielo.
- Inclusión de normas para la venta a distancia y publicidad online.
- Supresión de las clases más bajas de eficiencia en consumo por desuso.
- Adición de parámetros relativos al kilometraje y abrasión de los neumáticos.
Si bien es cierto que todavía es necesaria la aprobación en el Consejo de la UE de la reforma para concluir su tramitación formal, lo cierto es que se espera que la nueva normativa entre en vigor en apenas un año, más concretamente a partir del 1 de mayo de 2021. Las nuevas reglas se aplicarán en el futuro a los neumáticos para camiones y autobuses -los C3-.