Los avances de la tecnología, en general, y de la Inteligencia Artificial (IA), en particular, están muy bien y suponen un gran paso hacia delante en la industria. Sin embargo, también debemos tener en cuenta y valorar los riesgos, como la ciberseguridad o nuestra privacidad. Pensemos, por ejemplo, en los avanzados sistemas de infoentretenimiento actuales de nuestros vehículos.
Coches a los que puedes hablar con un lenguaje natural y que aprenden de tus costumbres. Impresionante, pero no es oro todo lo que reluce. Así lo señala el último estudio de la Fundación Mozilla, el cual afirma que el 84% de las empresas de automóviles estadounidenses comparten nuestros datos, entre otras cosas, con terceros. Las 25 marcas analizadas han obtenido la calificación «Privacidad no incluida».
Es preciso tener en cuenta que el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de Europa es diferente a la normativa estadounidense.
No es casualidad su baja puntuación dado el mal tratamiento de los datos de los consumidores. En concreto, todas las marcas analizadas por la fundación recopilaron más datos de los necesarios para ejecutar sus servicios conectados. Eso les permite conocer datos como la velocidad, nuestras canciones favoritas o las ubicaciones que frecuentamos, pero también información como nuestra vida sexual.
¿Información sensible en manos de cualquiera?
Puede sonar a broma, pero lo cierto es que el informe lo señala literalmente en sus líneas. Lo hacen marcas como Nissan o KIA, quienes supuestamente señalan en su política de privacidad que pueden recopilar información sobre tu “vida sexual”. Otras seis marcas que señala Mozilla, por ejemplo, nos hablan de recopilar nuestra “información genética” o “características genéticas”.
Y los conductores, por no leer, pues aceptan rápido lo que les pidan. Pero la cosa va más allá, porque al parecer casi todas las marcas comparten esos datos con empresas de terceros, como proveedores de servicios, así como con las autoridades ante una simple petición (sin orden judicial). Al igual que el contenido sexual o genético, es algo que el 76% de los fabricantes señalan en sus acuerdos de privacidad.
Si bien algunas marcas como Renault y Dacia permiten a los conductores eliminar sus datos personales, otros asumen que si accedes a tu vehículo, has leído el acuerdo de privacidad y lo aceptas. Lo mismo ocurre al conectar nuestro smartphone al vehículo ¿Basta entonces con leer los acuerdos de privacidad? La respuesta es no, ya que Mozilla señala que no todos recogen toda la información que deberían.
En palabras del estudio: «Aunque las marcas de automóviles que investigamos tenían varias políticas de privacidad extensas (Toyota gana con 12), no pudimos encontrar confirmación de que ninguna de las marcas cumpliera con nuestros Estándares Mínimos de Seguridad«. Además, revelan que, en los últimos tres años, el 68% de las marcas han sufrido filtraciones, hackeos e infracciones de privacidad.
Lo más grave, según Mozilla, es que casi todos los fabricantes de automóviles analizados son miembros de la Alianza para la Innovación Automotriz, que defiende buenas políticas de privacidad. Sin embargo, ninguna de las marcas sigue esos principios y los consumidores apenas tienen recursos al respecto ¿La solución? Aparentemente ninguna, salvo que desaparezcan estos sistemas…
Pese a ello, desde Mozilla consideran que se debería ejercer más presión sobre los fabricantes de automóviles. Por ejemplo, haciéndoles rendir cuentas en casos de filtraciones de datos o por una recopilación excesiva de información. Sin duda alguna, la regulación gubernamental debería estar mucho más encima de estos asuentos, ya que es la única forma de limitarlos.