Jaguar lleva hablándonos meses de Ingenium, la nueva familia de motores gasolina y diésel diseñada, desarrollada y fabricada por Jaguar Land Rover y que se montará bajo el capó de las generaciones venideras.
Según la marca, se trata de motores compactos, de construcción modular, ligeros (hasta 80 kg menos de peso) y con bajas emisiones.
El objetivo de la marca era claro, obtener unalto rendimiento, un consumo de combustible bajo, un nivel de contaminación contenido y unos costes de producción bajos.
Los ingenieros de Jaguar han trabajado duro para ofrecer un motor:
– Flexible para permitir que encajara a la perfección en la gama de nuevos vehículos.
– Escalable para crear variantes de mayor o menor capacidad en el futuro.
– Capaz de dar cabida a tracción delantera, propulsión y a las cuatro ruedas.
– Capaz de adaptarse a transmisiones manuales y automáticas, así como a sistemas de propulsión híbridos eléctricos.
Ingenium se basa en bloques de aluminio sumamente sólidos y compactos, tanto para las versiones diésel como gasolina que comparten el mismo diámetro, carrera, distancia entre cilindros y cilindrada unitaria de 500 cc. Todos se combinan con turbocompresores, inyección directa de combustible de alta presión, distribución variable y tecnología start-stop.
El diseño modular del Ingenium permite a ambos motores, gasolina y diésel, compartir muchos componentes internos y ajustes mecánicos, lo que reduce la complejidad, mejora la calidad y simplifica la fabricación.
El primer motor Ingenium que entrará en producción a gran escala será un motor diésel de 2.0 litros denominado AJ200D y en comparación con los motores de su categoría promete reducir la fricción interna en un 17%.
Los motores Ingenium incorporan seis tecnologías clave que se combinan para reducir la fricción, añadir refinamiento y mejorar las prestaciones. Son las siguientes:
-Rodamientos de agujas en el árbol de levas y el eje de equilibrado, en lugar de superficies de apoyo mecanizadas.
– Bombas de aceite variables con control electrónico que ahorran energía proporcionando la cantidad óptima de aceite a todas las velocidades, cargas de motor y temperaturas.
– Bombas de agua variables con control electrónico que ajustan la cantidad de refrigerante que fluye a través del motor en función de la temperatura, la velocidad y las condiciones de conducción. El sistema de refrigeración doble ofrece la ventaja añadida de reducir las emisiones de C02, ya que permite calentamientos rápidos y, en los días fríos, proporciona calor en el habitáculo rápidamente.
– Un sistema de distribución simplificado, diseñado para su aplicación modular.
– Fácilmente adaptable a los nuevos avances en las tecnologías de motores a medida que estén disponibles.
– Chorros de refrigeración del pistón con control electrónico para mejorar la eficiencia en el circuito de bombeo de aceite. Los chorros se apagan cuando ya no es necesario refrigerar el pistón. También permiten que el motor alcance su temperatura óptima de funcionamiento más rápidamente, lo que ayuda aún más a reducir las emisiones de C02.