Tras presentarnos la nueva generación del Jeep Wrangler, estaba claro que la compañía estadounidense nos tendría preparada su mítica edición especial Moab para el todoterreno de pura cepa. Como cabría esperar, es un paquete modesto que agrega un poco más de estilo al Wrangler Sahara, sin incorporar ninguna capacidad adicional fuera del asfalto.
Junto a unas nuevas tomas de aire sobre el capó, el Jeep Wrangler Moab ofrece unos enormes neumáticos todoterreno de 32 pulgadas que calzan unas llantas Rubicon de 19 pulgadas, todo ello rematado sobre un acabado negro de bajo brillo. La temática oscurecido continúa en la carcasa de los pilotos, la parrilla delantera, el gancho de remolque y otros detalles específicos.
Son novedad los paragolpes y las protecciones reforzadas, al tiempo que también se ofrecen los rieles del Rubicon y las estriberas laterales opcionales -sin sobrecoste- del Sahara. A nivel técnico, incluye la caja de transferencia de dos velocidades Selec-Trac de Jeep, un diferencial trasero de deslizamiento limitado y todo un elenco de sistemas de asistencia al conductor en materia de seguridad (paquete aparcamiento, alerta de punto ciego…)