La cuarta entrega del polivalente se ofrece en el Viejo Continente únicamente con carrocería de cinco puertas y una estética más dinámica, algo importante para captar al público más joven. Llegó el pasado mes de abril y de un solo vistazo te darás cuenta de que se trata de un modelo que ha cambiado mucho desde sus inicios.
De ser un automóvil sencillo y básico que brillaba más por precio que por cualquier otra razón, ha pasado a convertirse en un vehículo mucho más completo, de superior calidad y con una tecnología que nada tiene que envidiar a los rivales más directos. La estética ha evolucionado hacía un lado más dinámico, pero sin perder el toque elegante necesario para enganchar al público más tradicional, aunque echábamos en falta la llegada de un acabado GT-Line.
Finalmente la espera ha terminado y, tras el lanzamiento en 2017 de este acabado para los Sportage y Picanto, el acabado más deportivo de la gama hará su debut en el Salón del Automóvil de Ginebra 2018 en marzo. Lo veremos en el mercado antes de este verano. Pero no nos engañemos, las novedades del Rio GT-Line serán meramente estéticas, sin optimizaciones técnicas ni en la dirección, las suspensiones o el tren de rodaje -como viene siendo habitual en la marca-.
Para la carrocería veremos un total de cinco tonalidades denominadas Aurora Black, Platinum graphite, Signal Red, Clear White y Silky Silver.
A pesar de ello, exteriormente es de lo más atractivo, con un kit de carrocería que incluye paragolpes revisados, diversos detalles en negro, luces antiniebla LED con diseño de cubito de hielo, estriberas laterales, un sutil spoiler sobre la zaga o unas salidas de escape más provocadoras. Tampoco faltarán los cromados y, como no podía ser de otra manera, unas atractivas llantas de aleación específicas de 17 pulgadas para incrementar el empaque del compacto.
En el interior también veremos algunas novedades, con detalles exclusivos como una tapicería en piel sintética con costuras en gris, un volante forrado en cuero y diversos emblemas indicativos de este acabado GT-Line. El toque deportivo lo pondrán los detalles metálicos y en símil de fibra de carbono en elementos como las puertas, la palanca de cambios o el salpicadero. Respecto al equipamiento, será de lo más completo -pantalla de 7 pulgadas con el sistema HMI, Apple CarPlay y Android Auto…-
A lo largo de 2018 el acabado GT Line también podrá asociarse a los bloques de cuatro cilindros 1.2 MPI de acceso a la gama, así como al cambio automático de doble embrague y siete velocidades.
Bajo el capó, el Kia Rio GT-Line podrá contar con dos opciones de potencia procedentes del conocido propulsor tricilíndrico 1.0 TGDI que ya tuvimos la oportunidad de probar: 100 o 120 CV, aunque la gran novedad es esta segunda variante, la cual vendrá asociada a un par de 172 Nm disponible entre las 1.500 y las 4.000 rpm. Tendrá un consumo homologado de 4,7 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 107 g/km. El cambio será manual de seis velocidades en su primera etapa comercial.