Si nos sobrasen 42.500 euros en la cuenta corriente, la mayoría de los mortales no nos plantearíamos comprar un kit de champán. Con esa cantidad de dinero puedes optar por comprar un BMW Serie 5 básico, o un Serie 3 bien equipado, por poner algunos ejemplos. Sin embargo, si tienes el dinero por bandera, probablemente sí que se te antoje este curioso accesorio…
Se trata de un lujoso cofre de champán firmado por Rolls-Royce que, si bien no es lo más práctico del mundo por ese precio, lo cierto es que no podemos negar que se trata de una verdadera obra de arte. Pensad que sólo la estructura está hecha en fibra de carbono y aluminio mecanizado, al igual que los superdeportivos de gama alta.
El cofre está rematado en cuero negro y luce orgulloso un logotipo en relieve del Spirit of Ecstasy (Espíritu del Éxtasis), símbolo de la firma de automóviles. Como está claro que si te puedes permitir semejante accesorio no te vas siquiera a plantear sostener en la mano una de las cuatro copas de champán de cristal soplado a mano, el cofre cuenta con una mesita de madera de roble Tudor.
Esta se completa con una plataforma de acero inoxidable cortada con láser, que aparece al presionar un botón. Por su parte, las copas cuentan con una base de aluminio pulido y están dispuestas en el interior del cofre de manera que nos recuerden a un motor V12. Personalmente, me quito el sombrero ante sus creadores, porque todavía hay más.
A ambos lados, este original accesorio también cuenta con dos huecos que se despliegan automáticamente para revelar ante nuestros ojos dos enfriadores de champán fabricados en aluminio anodizado negro y fibra de carbono. Por supuesto, el cofre también está iluminado y cuenta con cuatro servilletas de algodón con monogramas «RR».
Para rematar, como Rolls-Royce es conocido por sus posibilidades de personalización, el cofre de champán no iba a ser menos. Los clientes pueden elegir las cubiertas de cuero a medida, así como una configuración distinta que esconde en uno de los refrigeradores tres espacios de porcelana para almacenar el picoteo, como queso o frutos secos.
¿No es suficiente para tu exquisito paladar? También lo puedes configurar para que los refrigeradores alberguen una lata de 30 gramos de caviar y dos cucharas de nácar con asas de aluminio anodizado. Si quiere hacerte con uno, está disponible en el Rolls-Royce Bespoke Design Collective y, según la compañía, es «ideal para los entornos más extravagantes, desde un súper yate hasta la terraza de una residencia privada».