El sector de la automoción hace aguas por todos lados, especialmente en Europa, pero no es el único. La industria de las dos ruedas tampoco está precisamente boyante y el caso de KTM es el mejor ejemplo que existe de ello. Si bien hablamos del principal fabricante de motos de Europa, la compañía presentará mañana un «procedimiento de reestructuración legal con autoadministración«.
La empresa, que está altamente endeudada y se enfrenta a obstáculos importantes en múltiples frentes, espera tener todo resuelto en 90 días. Como ocurre en muchos otros fabricantes, los problemas se han ido acumulando durante años y, ahora, toca echar balones fuera. En el Viejo Continente, destacan el estancamiento de la economía y la recesión en Alemania.
Si nos vamos al otro lado del Charco, la culpa es para los elevados tipos de interés y el elevado coste de la vida, que ha deteriorado el nivel de poder adquisitivo de los consumidores. Al menos así lo declara la matriz de KTM, Pierer Mobility AG, quien ha profundizado algo más en la situación actual que el propio fabricante de motocicletas. Veamos qué dicen al respecto.
La situación de KTM, de mal en peor
Como recogen nuestros amigos de Carscoops, la firma de motocicletas tiene necesidades de financiación de «cifras de tres dígitos en millones«. La compañía se centrará ahora en negociar con los acreedores para solventar la situación y obtener la financiación necesaria. Esperan que el procedimiento de reestructuración les de cierto margen de maniobra para ello.
A corto plazo, el “proceso de reestructuración provocará pérdidas potenciales adicionales”, lo que tendrá un impacto negativo en el corto plazo. Concretamente, Pierer señala reducciones de personal y un “redimensionamiento de la producción” que ayude a la marca y los concesionarios a hacer frente a los excesos de inventario. Como señala el CEO de KTM, Stefan Pierer, «estamos haciendo una parada en boxes para el futuro. La marca KTM es el trabajo de mi vida y lucharé por ella«.