Coches como este son los que nos demuestran que todavía quedan creaciones originales en el mundo de las preparaciones, las cuales van mucho más allá de cualquier kit de carrocería habitual de esos que simplemente añaden algún elemento decorativo y unas llantas ligeramente más llamativas.
Kuhl Racing es el autor de semejante transformación y, con sus diferentes sedes en Japón, China y los Estados Unidos, destaca especialmente por sus estrambóticos modelos, que suelen tener como protagonistas marcas japonesas.
Este Toyota GT86 ha sido transformado radicalmente y tiene a sus espaldas cuantiosas horas de duro trabajo, todo un ejemplo de lo que es capaz el especialista cuando se pone manos a la obra. Está equipado con todo aquello que los diferentes diseñadores pensaban que encajaría a la perfección en este deportivo, destacando especialmente el kit de carrocería que parece rozar el suelo y el trabajo de pintura obra de Artis.
Como dicen las pegatinas, «la vida es demasiado corta para conducir coches aburridos».
Las diferentes modificaciones que incorpora no pueden presumir de ser baratas precisamente, incluso para los estándares japoneses el precio es bastante alto. Elementos como el nuevo tubo de escape Rohan denotan que no estamos ante cualquier preparación, así como una suspensión de aire firmada por Air Force, neumáticos y ruedas obra de Falcon, luces LED personalizadas o el alerón trasero junto con un majestuoso parachoques que incorpora un difusor imponente.