LA CREACIÓN DE ALPINE
Muy pronto Jean Rédélé se da cuenta del potencial de la marca automovilística que pretende construir, basada en unos sencillos principios: un coche con un concepto innovador, equipado con una mecánica sencilla pero competitiva y bajo una carrocería ligera y atractiva, con un máximo de piezas de serie para un precio de coste y un coste de mantenimiento bajos en comparación con las prestaciones.
El segundo principio desarrollado por Jean Rédélé es acelerar su actividad nacional mediante la cesión de licencias a escala internacional.
Los «Renault Spéciale» y «Rédélé Spéciale» se construyen sobre una plataforma de 4 CV con una carrocería de poliéster y algunos acondicionamientos con tendencia deportiva. En seguida, Jean Rédélé tratará de producirlos en el extranjero y su primer intento será el americano. Bajo el nombre de «Le Marquis», el coche se expondrá en el Salón del Automóvil de Nueva York 1954, si bien el asunto no llegará más lejos.
En paralelo, el coach financiado por su suegro Charles Escoffier se convierte en el primer Alpine distribuido por Jean Rédélé.
El 25 de junio de 1955 se crea la SARL («Société des Automobiles Alpine») y a principios de julio el propio Jean Rédélé presenta tres coachs A106 (A como Alpine y 106 en referencia a la mecánica 1063 de los 4 CV que le sirve de banco de órganos). El primero es azul, el segundo blanco y el tercero rojo. No hay nada que añadir. «Un coche francés que hará brillar los tres colores de la bandera en las carreteras y las competiciones». Pierre Dreyfus, el presidente, y Fernand Picard, el director de los Estudios y de la Investigación de la Régie están convencidos. El 6 de octubre de 1955, con ocasión del 42º Salón del Automóvil de París, Jean Rédélé lanza oficialmente su marca y sus coches. Se codean con el ‘»Etoile Filante», el coche diseñado por los ingenieros de Renault y Turbomeca que acaba de batir el récord mundial de velocidad de automóvil de turbina al alcanzar los 308 km/h en el Gran Lago Salado (Estados Unidos).
La «Sociedad RDL», creada por Jean Rédélé con base en Dieppe, ha pedido un cabrio a Giovanni Michelotti y lo recibe a principios de 1957. El estilo de este cabrio, con unas líneas puras y sencillas, marcará definitivamente el Alpine. Su producción seguirá siendo confidencial pero inspirará a Jean Rédélé unos años más tarde, cuando diseñe la mítica “Berlineta”.
En 1958, el A106 evoluciona hacia el A108. Primero lo hace con la antigua plataforma y después, a partir de 1960, con el chasis de viga, una auténtica innovación y el verdadero secreto de la agilidad de los Alpine. Paralelamente, Colin Chapman, el ingeniero creador de Lotus, lanza el Lotus «Elan» con el mismo tipo de chasis de viga. Antes de ello había diseñado el «7» (Seven) del que procede el Caterham.
Roger Prieur, primo de Jean Rédélé, es el encargado de la fabricación de este coche en las instalaciones de la avenida Pasteur de Dieppe, justo detrás de la concesión Renault de la calle Thiers y dirigida por Jacques Prieur, el otro primo de Jean Rédélé. Aquí prevalece el espíritu familiar y la contratación de los obreros se hace por cooptación.
Tras producir 251 coches, el coach y después el coupé dejan paso al cabrio y al berlineta.
Está naciendo el mito.
Los primeros clientes deportistas consiguen bonitos resultados (Feret, Greder, Vinatier…) y la marca empieza a ser reconocida, incluso por algunas estrellas de la época (la cantante Isabelle Aubret, el actor Jean-Pierre Marielle, el torero El Cordobés…). Equipado con un motor de Dauphine Renault, el A108 pronto dará lugar al A110 cuyo banco de órganos es el Renault 8. También se aprovecha esta notable mejora para rediseñar la parte trasera.
Con el A110 se logra el éxito comercial. Las instalaciones de la avenida Pasteur, que más que una fábrica son unos talleres, son entonces un auténtico hervidero. Etienne Desjardins, Director Administrativo, debe aplicar los registros contables y pronto choca con Roger Prieur, encargado de producir los coches que le piden cada vez más clientes, y Gilbert Harivel, responsable del nuevo «Equipo de competición», quien debe construir y preparar los coches de rally primero y los de circuito de resistencia (prototipos) y de velocidad (monoplazas). Pero como por un milagro que sólo puede explicar el entusiasmo reinante, todo marcha bien: la producción de los A110 no para de aumentar, las victorias en rally se acumulan, los éxitos de los prototipos en Le Mans hacen famoso al Alpine («El litro de gasolina más rápido del mundo») y Henri Grandsire, campeón de Francia F3 en Alpine, encarna para televisión al famoso personaje de cómic Michel Vaillant que pilota Alpine-Vaillant.
Jean Rédélé crea una nueva delegación parisina y abre una concesión Renault en el número 3 del bulevar Foch, en la ciudad de Epinay sur Seine, donde instala la dirección comercial de Alpine. El A110 evoluciona regularmente. Primero lo hace con un motor 1108 cm3, después con un motor 1255 cm3, y más adelante con un 1565 cm3 y un 1605 cm3. En cuanto a la estética, las modificaciones son menores pero múltiples: calandra con cuatro faros, aletas más anchas, radiador delantero, botones de puerta, faldón trasero desmontable, etc… hasta 1977, último año de producción (1600 SX con un motor de 1647 cm3).
En total se habrán producido aproximadamente 7500 berlinetas que habrán destacado en todos los terrenos (rallys, circuitos, rallycross, carreras en cuesta, carreras sobre hielo, etc…).
Fuente: Renault-Alpine
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