Puede que el nombre de Singer Vehicle Design te suene por algún que otro proyecto de reinterpretación de un Porsche 911, sin embargo, ahora la empresa californiana ha trabajado junto a Hans Mezger -padre de los bloques Mezger de muchos nueveonce- y Williams Advanced Engineering -una división del equipo de Fórmula 1- para desarrollar este precioso deportivo de la generación 964 que esconde en su interior un poderoso motor bóxer de 6 cilindros con una potencia cercana a los 500 CV (373 kW).
Como puedes ver en las imágenes, el resultado de un ‘Estudio de Dinámica y Ligereza’ (DLS) goza de un diseño clásico muy en la línea de los productos de Singer y se mantiene fiel al ADN de Porsche, aunque en su fabricación se han empleado los últimos materiales y tecnologías conocidos para convertirse en un verdadero objeto de culto mecánico del que ya te hablamos hace algún tiempo.
A nivel técnico, WAE ha optimizado todas las funciones aerodinámicas a través del modelado CFD, incluidos los componentes que no se ven debajo de la carrocería. Para el exterior, junto a la pintura verde ‘Absinthe’ (absenta) se ha optado por una suspensión rebajada EXE-TC, así como unas llantas BBS de 18 pulgadas fabricadas en magnesio forjado y calzadas con gomas Michelin Pilot Sport Cup 2 a medida. Tras ellas, se esconden unas pinzas monobloque Brembo con discos de carbono compuesto que no te dejarán indiferente.
Las futuras unidades desarrolladas por Singer que empleen esta tecnología se fabricarán en las nuevas instalaciones que Williams HQ tiene en Oxfordshire, Reino Unido. Solo veran la luz un total de 75 ejemplares.
En el interior, no faltan los asientos deportivos en un llamativo rojo, un volante de competición y mucha fibra de carbono, rematando el conjunto la caja de cambios manual de seis velocidades Hewland fabricada en gran parte con magnesio y que presenta una bella conexión expuesta. A su vez, todo el peso del conjunto se ha reducido al mínimo gracias al uso extensivo de materiales como el magnesio, el titanio y la fibra de carbono, declarando en la báscula tan solo 990 kilogramos (pesa tanto como un 911 de 1960).
Y para las entrañas del modelo, si ya es raro ver un motor atmosférico refrigerado por aire, imaginaos uno con 4.0 litros de cilindrada, seis cilindros, 500 caballos de potencia y una zona roja que comienza más allá de las 9.000 revoluciones por minuto… Al parecer, Singer está buscando crear su propia línea de motores bóxer para Porsche. Los equiparían únicamente sus modelos, pero prometen dejarnos atónitos en cada aceleración. Es más, el primero de esta nueva línea desarrollado en colaboración con Mezger y Williams, irá a parar a las entrañas del Porsche 911 de 1990 que posee Scott Blattner, un fiel cliente de la compañía.
Este flamante bloque de nueva factura cuenta con barras de conexión de titanio, colectores y trompetas de admisión en fibra de carbono, elementos de aluminio en el acelerador, un circuito de aceite dual o un sistema de refrigeración diseñado por CFD, entre muchas otras mejoras.
Es probable que después de leer este artículo, vayamos ilusionados al ordenador, busquemos el precio de un 911 de 1960 y cuando veamos que su valor ha crecido como el buen vino, cerraremos las ventanas y volveremos a lo que estábamos haciendo. Me acaba de pasar.