Hace tan solo unos días os hablábamos sobre la posible quiebra de Takata, una empresa de componentes del automóvil con 84 años y una facturación histórica multimillonaria. Desgraciadamente los constantes problemas y llamadas a revisión como consecuencia de sus airbags defectuosos ha desembocado en una irrevocable quiebra que deja una deuda de unos 8.000 millones de euros, que el Consejo de Administración tratará de reestructurar ahora. Todo comenzó con la sustitución de millones de airbags defectuosos, así como denuncias por accidentes mortales.
La compañía dejará más de 1 billón de yenes (9.020 millones de dólares) en deudas, convirtiéndose así en la bancarrota más grande de la historia del país. Tras el descubrimiento de los infladores defectuosos, la empresa se vio obligada a retirar unos 100 millones de unidades en todo el mundo. Se espera que este proceso cueste alrededor de 1.3 billones de yenes – más que suficiente para romper acabar con el fabricante-.
Ahora Takata ha anunciado un acuerdo con «Key Safety Systems«, para vender la mayoría de sus activos rentable por un coste total de 1.400 millones de euros, unos ingresos que servirán para continuar con las revisiones que se están llevando a cabo a lo largo de todo el planeta en los vehículos afectados. Además también deberán hacer frente a los múltiples procesos judiciales en los que están implicados, con indemnizaciones millonarias para los afectados y las propias marcas. Así fabricantes como Honda Motor Co. ya interpusieron en su momento una demanda contra Takata.
Las cifras son escalofriantes, en total este defecto que escondía la marca desde el 2014 en sus airbags se ha cobrado un total de 17 fallecidos y más de 150 personas afectadas en todo el mundo. Uno de los países más afectado de por estos airbags defectuosos ha sido Estados Unidos, donde la empresa fue multada con 1.000 millones de dólares para llevar a cabo una investigación penal.
«Nos estábamos enfrentando a una situación grave y no pudimos esperar más«, declaraba el Presidente de Takata -Shigehisa Takada- en una rueda de prensa en Tokio celebrada hoy mismo. Un hombre que con 51 años se retirará después de entregar la compañía a su nueva dirección.