La aventura de la marca del rombo en la Fórmula 1 se inició en 1977 y desde entonces la marca no ha hecho nada más que progresar en esta exigente competición en la que cada detalle cuenta.
Por el momento, esta empresa de la casa gala en el mundo de la competición de motor ha dado como frutos 155 victorias, 205 poles positions, 11 títulos de constructores, 10 títulos de pilotos y miles de estadísticas y datos.
Desde 1977 la marca ha vivido en sus carnes los cambios en los reglamentos que afectaban a los bloques que van de los motores V6 turbo de los años 70 y 80 pasando por los V10 de los años 90 a los V8 que se han ido utilizando de forma irregular pero que al fin y al cabo han marcado el más moderno de los periodos de la Fórmula 1.
Pese a que la familia Renault no ha cesado nunca de desarrollar motores, fue en el año 2006 cuando los estudios y desarrollo del V8 fueron cancelándose para dar paso a los V6 que empezaron a dar sus primero pasos en los talleres de Renault Sport F1 a partir de julio de 2011. Dos años más tarde, en Febrero de 2013 la marca empezó a funcionar con los sistemas de recuperación de energía.
Meses más tarde el modelo definitivo de propulsor comenzó sus últimos tests en los bancos de pruebas días antes de su presentación en junio de 2013.
El desarrollo del motor Energy F1-2014 [Ver detalles Energy F1-2014] se intensifica ahora en vista de su implantación en los monoplazas a principios del año 2014.
Tal y como ya os hemos comentado, a partir de 2014, la reglamentación de la Fórmula 1 marcará una de las mayores rupturas de la historia en esta disciplina.
– Un V6 turbo de inyección directa de 1.6L de cilindrada cuya potencia se acerca a los 600 CV,
– Un recuperador de energía cinética (MGU-K), que funciona como un generador en fase de frenado para ralentizar el coche y convertir la energía en electricidad, y que ofrece 160 CV adicionales cuando se le pide aceleración,
– Un recuperador de energía (MGU-H), que aprovecha la energía de los gases de escape desde el turbo para alimentar el MGU-K o las baterías o para relanzar el turbo y minimizar los tiempos de respuesta.
Obviamente, todos estos dispositivos están controlados por un sistema electrónico complejo destinado a optimizar en todo momento el consumo de carburante.
El motor, que suministra una potencia similar al V8 actual, sólo podrá utilizar 100 kg de gasolina por carrera, esto significa una reducción de los consumos del 35%. [Ver consumos Fórmula 1 V8]