Hace 70 años, una furgoneta panelada de primera generación pintada en «azul dove» -Volksagen T1- con el número de chasis 20-1880 salió de la línea de producción de la planta de Wolfsburg.
Se entregó en Hildesheim para iniciar una vida útil, transportando mercancías. Al final de su vida útil, esta VW Transporter desapareció durante casi 20 años pasando por diferentes manos siempre en colecciones privadas. No fue hasta principios de la década de 1990 cuando un ardiente fan de Bulli la devolvió a la circulación. Tras una restauración completa, el vehículo se encuentra ahora expuesto en la colección de vehículos clásicos de VW Vehículos Comerciales, donde ha estado desde 2014.
El modelo recientemente ha cumplido 70 años y con el nombre de Sofie te contamos lo que sabemos de su intensa historia.
El 8 de marzo de 1950, la planta de Volkswagen comienzó la producción completa del Type 2, el «VW Transporter» (el Type 1 era el VW Beetle). Este Type 2 (también conocido como Bulli) jugó un papel fundamental en el Milagro Económico y rápidamente se conviertió en el favorito de las opciones comerciales.
La primera unidad salió de la línea de producción el 5 de agosto de 1950. Durante 23 años recorrió las carreteras de Hildesheim antes de retirarse (anticipadamente) cuando la empresa vendió el vehículo a un particular.
De 1973 a 1992, el Bulli pasó su tiempo en las colecciones de varios entusiastas de VW. El último propietario intentó vender el vehículo a través de una revista dirigida por el club de fans «Brezelfenstervereinigung e.V.».
Después de colocar varios anuncios (como era habitual en ese momento sin foto y con solo tres líneas de texto) y tras varios intentos nada exitosos, Dane Tonny L. llamó al vendedor y, después de enterarse por teléfono de que el vehículo tenía el número de chasis más bajo conocido en ese momento, lo compró sin pensárselo.
En 1992, con unos orgullosos 42 años y con menos de 100.000 kilómetros, llevaron a la T1 en Grúa hacia Dinamarca. Al estar fuera de la carretera durante 19 años, se reemplazaron las partes esenciales para que la Bulli pudiera conducirse nuevamente.
Tras conducirla brevemente, Tonny, su nuevo propietario, entendió que se quedaría con este vehículo durante mucho tiempo.
A principios de 2000, comenzó un costoso y lento programa de restauración completo, que finalizó en la primavera de 2003 con una prueba de conducción en Bad Camberg. Tras 20.000 kilómetros adicionales por Europa, la unidad de Tonny ganó el premio «Most Beautiful Bulli».
Tras años en la carretera, su propietario Tonny decidió pasar más tiempo en casa y menos al volante, aunque creía que su Bulli debía de seguir siendo accesible a todo el mundo.
Tras recibir abrumaduras ofertas por Sofie, en una vista del Príncipe Heredero de Dinamarca, un importador se percató de que esa Bulli quiería seguir haciendo sonreír a muchos y tras varias gestiones, Tonny fue contactado por el departamento de VW Vehículos Comerciales Oldtimer que incorporaró a Sofie a su colección.
A su 70 cumpleaños, Sofie tuvo la fiesta que se merecía, rodeada de amigos y admiradores.