Las conclusiones del estudio «La empatía y su influencia en la conducción», realizado por Attitudes en colaboración con la Universidad Autónoma de Barcelona, reflejan que los conductores empáticos asumen más responsabilidades en la conducción, son más respetuosos con las normas que los conductores no empáticos y tienen menos accidentes y sanciones. Se trata del primer estudio de estas características que se realiza en España y sus resultados ayudaran a entender un poco más el comportamiento psicológico de los conductores de nuestro país.
Attitudes, el Programa de Responsabilidad Social Corporativa de Audi en España, presenta el primer estudio realizado sobre la relación de la empatía y la conducción. Realizado en colaboración con la Universidad Autónoma de Barcelona con motivo de la organización de la 11a Jornada de Reflexión de Attitudes, y bajo el título «¿La culpa es siempre del otro? La influencia de la empatía en la conducción», este estudio complementa otros estudios anteriores de Attitudes dedicados a analizar la influencia en la conducción de factores psicológicos con fuerte componente emocional, como el dedicado a la agresividad o la ansiedad.
El estudio se estructura en tres grandes apartados. El primero de ellos es una introducción teórica sobre la empatía y la buena conducción; el segundo recoge los resultados de un amplio estudio poblacional realizado entre los conductores españoles para conocer diferentes aspectos relacionados con la empatía y la conducción, y el tercer apartado recoge las principales conclusiones y propuestas de Attitudes para favorecer una conducción empática.
¿Qué es la empatía y cómo influye en la conducción?
La empatía es la habilidad para entender y compartir, en un contexto común, los pensamientos y emociones de otras personas. Esa capacidad de ponerse en el lugar de los demás, constituye unos de los factores más determinantes de la inteligencia emocional.
En un contexto de tanta convivencia social como el del tráfico, donde confluyen multitud de acciones derivadas del conjunto de sus usuarios (conductores, motociclistas, ciclistas y peatones), la empatía desempeña un papel fundamental para prevenir todo tipo de conflictos viales. Básicamente, contribuye al fomento de una conducción más eficaz, ayuda a anticiparse a los movimientos del resto de usuarios y facilita una gestión más eficiente de las situaciones viales al facilitar las acciones a otros conductores.
De los distintos tipos de empatía, el estudio de Attitudes se ha centrado en la empatía cognitiva, es decir, en la capacidad de comprender el punto de vista de otras personas y de captar sus intenciones y motivos. A nivel de conducción, su traslación sería la capacidad de prever las acciones de los otros conductores.
El perfil del conductor empático
El perfil del conductor empático español es, indistintamente, hombre o mujer, de entre 39 y 50 años de edad, con un nivel de estudios superiores, que hace un uso racional del vehículo y que mayoritariamente realiza desplazamientos por motivos de trabajo.
Según los resultados del estudio, un 54% de los conductores españoles son empáticos en su vida cotidiana pero cuando se ponen al volante de sus vehículos, un 32% dejan de serlo y solo un 22% continúan siendo empáticos. Y es que el 24% de los conductores españoles nunca conduce de manera empática, el 54% lo hace con un nivel intermedio y el 22% lo hace de manera muy empática. Es decir, que de cada diez conductores españoles, la empatía está presente o muy presente en ocho de ellos, y no está nada presente en otros dos conductores.
Los conductores españoles que pierden más empatía cuando suben al automóvil son principalmente mujeres que conducen menos de 30 minutos al día, que generalmente utilizan el vehículo para llevar a los niños a la escuela o ir al médico, y que ante la situación de estacionar el coche por un corto periodo de tiempo, no les importa dejarlo en doble fila.
Existen diferencias en la empatía en la conducción en función de la edad que se evidencian, especialmente, en los grupos de conductores de edades extremas: entre las personas más jóvenes (de 18 a 29 años) y entre las personas con más edad (más de 74 años), se observa un mayor porcentaje de personas no empáticas (29% y 27%, respectivamente).
Por lo que se refiere al nivel de estudios, entre los encuestados sin estudios o con estudios primarios, hay menos personas con muy poca empatía (20%) y más con un nivel de empatía intermedio (61%) que en el conjunto de la muestra. Por contra, entre los que tienen estudios universitarios, se observa un mayor porcentaje de personas con nivel alto de empatía (25%).
Respecto a los hábitos y tipo de conducción, destacan como menos empáticos los conductores que cogen el coche siempre que pueden. Y en cuanto a usos de la conducción, los menos empáticos son los que cogen el coche fundamentalmente para llevar los niños a la escuela (28%). Por el contrario, los desplazamientos que se realizan durante el trabajo (32%) y los viajes familiares (25%) son los motivos que concentran una mayor cantidad de conductores empáticos.
Por comunidades autónomas, Asturias y Cantabria (31%) y Comunidad Valenciana y Canarias (25%) son las comunidades autónomas donde se conduce de manera más empática, mientras que Extremadura (34%), Cataluña (31%) y Castilla-León y Murcia (29%) son las comunidades autónomas donde los conductores tienen menos empatía en la conducción.
Beneficios de conducir de manera empática
El 86% de los encuestados cree que conducir de manera empática supone algún tipo de beneficio para la seguridad vial, mientras que sólo un 1% de los encuestados creyó que no supone ningún beneficio.
Los beneficios que creen los conductores españoles que aporta la empatía a la conducción son que previene accidentes de tráfico (50%), evita situaciones de riesgo (38%), evita escenarios que puedan derivar en discusiones entre los conductores (27%), facilita la fluidez del tráfico (24%) y hace que se produzcan menos incidentes en la circulación (21%). Otros beneficios de la empatía según los encuestados son: facilitar que los conductores asuman sus responsabilidades (9%), cometer menos infracciones e imprudencias (12%), anticiparse mejor a las actuaciones del resto de usuarios de las vías (9%) y ser más respetuoso con las normas (13%).
Entre las situaciones de tráfico donde se observan más diferencias de comportamiento entre conductores empáticos y no empáticos figuran la reacción de hacer señales (luces, claxon) para presionar a otros vehículos y el adelantamiento por la derecha cuando se va a una velocidad superior a la permitida. Además, la empatía en la conducción tiene una relación significativa con algunas conductas de riesgo como no respetar la distancia de seguridad o conducir a una velocidad superior a la permitida.
De los datos obtenidos, se desprende que el nivel de empatía se modifica en función del rol que se desempeña en el tráfico. Así, los peatones son los usuarios de las vías públicas que se perciben como más empáticos seguidos de los conductores de turismo, mientras que los motoristas son los que se perciben como menos empáticos seguidos de los ciclistas.
Conclusiones del estudio
La primera conclusión importante del estudio es que los conductores no empáticos asumen menos responsabilidades en la conducción. La tendencia mayoritaria entre los conductores españoles es pensar, en situaciones de conflictos viales, que la culpa es siempre de los otros, siendo los conductores no empáticos los que más lo piensan y los que asumen menos responsabilidades en la conducción. En porcentajes, el 22% de los conductores creen que la «culpa es del otro», el 67% que las culpas son «más de ellos que de los otros» y el 10% que la «culpa es de ellos».
La atribución de las responsabilidades guarda por tanto relación con el nivel de empatía al volante, de manera que entre los conductores que tienden a pensar que la culpa es del otro, abundan las personas poco empáticas (29%) y son pocos los muy empáticos (19%), mientras que entre los que creen que las culpas son de ellos, el número de personas con poca empatía al volante es pequeño (17%).
Los conductores empáticos son también quienes tienden a evitar más los conflictos con el resto de conductores. Solo un 8% de los conductores muy empáticos afirman haber empezado alguna discusión con otro vehículo mientras que este porcentaje se duplica (16%) en el caso de los conductores no empáticos. Asimismo, un 23% de los encuestados dicen que no se suelen anticipar a las situaciones complicadas del tráfico, mientras que un 77% dicen que sí lo hacen.
Otra conclusión importante que refleja el estudio es que entre los conductores empáticos hay más respeto por las normas (67%) que entre los conductores no empáticos (56%)). Por lo que se refiere a las sanciones, entre los encuestados a los que se les ha retirado algún punto del carné o el carné, el número de conductores poco empáticos (32%) es superior al de conductores muy empáticos (21%). Por su parte, a los encuestados a los que les han puesto alguna multa, el porcentaje de conductores empáticos (21%) y no empáticos (25%) es muy similar. En cuanto a los accidentes de tráfico, el 88% de los conductores encuestados no han estado implicados en ningún accidente durante los últimos cinco años, mientras que un 12% sí lo ha estado. Entre estos últimos, hay más conductores sin empatía (28%) y menos conductores muy empáticos (16%).
Empatía y toma de decisiones
El estudio de Attitudes ha identificado algunas situaciones en las que la mayoría de los conductores, independientemente de que sean más o menos empáticos, tienden a comportarse de una manera respetuosa. Estas situaciones son: facilitar la incorporación a una vía rápida, facilitar la salida de una rotonda y dejar pasar a vehículos más rápidos aunque vayan a una velocidad mayor que la permitida. La explicación de este comportamiento viene dada porque se trata de situaciones con consecuencias directas sobre su propia seguridad y porque su acción no representa ningún tipo de sobresfuerzo.
Y también se han identificado otras situaciones en las que la toma de decisiones sí que está relacionada con la presencia o no de la empatía en la conducción. En el primer caso, estas situaciones son: esperar sin hacer nada a que el coche de delante se incorpore a una vía aunque tarde o aparcar un poco más lejos para no dejar el coche en doble fila. En el segundo caso, la falta de empatía está relacionada con situaciones como hacer señales (luces, claxon) para presionar a otros vehículos y el adelantamiento por la derecha cuando se va a una velocidad superior a la permitida.
Además, la empatía en la conducción tiene una relación significativa con algunas conductas de riesgo como no respetar la distancia de seguridad o conducir a una velocidad superior a la permitida. Así, entre los conductores que conducen muchas veces o siempre a una velocidad superior a la permitida, hay un porcentaje de conductores no empáticos superior al esperado (35%), mientras que el porcentaje de conductores empáticos es menor que en el conjunto de la muestra (14%). Entre los conductores que nunca o muy pocas veces respetan la distancia de seguridad, también hay un porcentaje alto de conductores no empáticos (35%), mientras que el porcentaje entre conductores empáticos es menor (10%).
Hábitos y tipo de conducción
Respecto a los hábitos y tipo de conducción, existe una cierta tendencia hacia la menor empatía entre los conductores que cogen el coche siempre que pueden. Así, entre este grupo de conductores hay menos personas muy empáticas (18%) y más no empáticas (28%) que en el conjunto de la muestra. Entre los que dicen que siempre que pueden se desplazan andando, hay más personas con un perfil alto en empatía (25%). Por su parte, entre los conductores que cogen el coche casi todos los días, el porcentaje de personas muy empáticas es menor que en el conjunto de encuestados (18%) y el de personas no empáticas es mayor (28%).
En cuanto a usos de la conducción, hay menos personas con niveles altos de empatía entre los que conducen básicamente para hacer compras (19%) o para ir a estudiar (7%). Los que cogen el coche fundamentalmente para llevar los niños a la escuela destacan por tener un mayor porcentaje de personas muy poco empáticas (28%). Los motivos por los que se conduce asociados con una mayor cantidad de personas muy empáticas son los desplazamientos que se realizan durante el trabajo (32%) y los viajes familiares (25%).
Finalmente, no se observan diferencias significativas en el nivel de empatía de los conductores ni en función del tipo de carné de conducir, ni en función del número de años que hace que se dispone de carné de conducir.
Fuente: Audi
Artículo ofrecido por Autonocion.com: Blog de coches y motor
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