¿Te imaginas decir adiós definitivamente a los pinchazos que siempre aparecen en el momento más inoportuno? Pues en los últimos años están apareciendo múltiples alternativas, ya que son diversos los fabricantes de neumáticos que han dado un salto hacia el futuro de nuestros vehículos, tales como iFlex de Hankook o las Michelin X Tweel, pasando por los innovadores neumáticos de resina de Bridgestone. A continuación os vamos a explicar brevemente cómo funciona cada uno de ellos:
iFlex de Hankook
Tras varios años de investigación en busca del neumático perfecto, lanzaban en el 2013 un producto que funde la rueda y la goma en uno solo. A lo largo de cinco años de desarrollo la compañía de Corea del Sur ha investigado y experimentado sobre la forma de aunar prestaciones y las ventajas tradicionales de los neumáticos, añadiéndole un plus, evitar el riesgo de pinchazos.
Estas gomas han sido fabricadas con un nuevo tipo de uni-material para «maximizar su potencial disponible«, con una estructura de poliuretano elástico y resistente, de forma que sustituye al aire comprimido. Así se consigue reducir el peso de la rueda a la vez que el consumo de combustible del automóvil, lo que solo sumaría ventajas. Además resultan especialmente beneficiosos para el medioambiente, ya que están construidos con materiales respetuosos y son reciclables hasta en un 95% de su composición.
Y es que según la empresa surcoreana «los impresionantes resultados en las cinco categorías han demostrado que las NPT pueden equipararse a los neumáticos convencionales en cuestión de rendimiento«. Además, han conseguido reducir los procesos de producción de ocho fases a tan solo cuatro, lo que constituye todo un logro. Tras una exigente y extensa fase de pruebas han creado el producto perfecto.
Michelin X Tweel
Estos revolucionarios neumáticos se presentaron el Salón del Automóvil de París allá por el 2004 y el impacto que causaron fue muy importante. La idea partía de reducir el tiempo que se pierde en la reparación de los pinchazos, pero manteniendo la tracción y la comodidad de marcha.
Las X Tweel están formadas por una estructura que alberga en su interior un cubo de acero del que salen múltiples radios de poliresina de gran resistencia. Éstos soportan la carga mientras que amortiguan y proporcionan una transferencia de energía que disminuye el movimiento y los rebotes. La banda de rodamiento es abierta y profunda para garantizar una limpieza y tracción excelentes, además de estar formado de diferentes capas: de trabajo, protectoras y de transición.
La marca usará como marco de pruebas una línea de los X Tweel para maquinaría industrial y otra asociada a tareas agrícolas, para así poder testear sobre las condiciones más extremas su invento y decidir sobre una futura inversión mayor en el caso de que los resultados sean beneficiosos.
Bridgestone Air-Free Tire Concept
Bridgestone presentaba en el Tokio Motor Show 2011 sus neumáticos sin aire, un diseño creado con radios de resina envueltos por la tradicional goma que presenta un dibujo. Son 100% reciclables y según sus creadores esta estructura mejora la estabilidad, la fuerza y la flexibilidad.
Tan solo dos años después presentaban la segunda generación de esta creación, con el objetivo de dar un paso más en la búsqueda del neumático perfecto. Compuestos por una nueva resina termoplástica, junto con el caucho en la banda de rodadura, y siempre destacando el compromiso por el medioambiente, ya que sus materiales pueden ser reutilizados y contribuir al uso eficiente de los recursos. La marca cree que aún es posible llegar a niveles más altos de sostenibilidad y seguridad, y es por ello por lo que está trabajando concienzudamente en desarrollar al máximo el potencial de este producto.
El nuevo diseño ofrece una capacidad de carga mejorada, un diseño ecológico y mejores prestaciones de conducción. El principal hándicap que presenta este nuevo concepto de neumáticos para los fabricantes es la ausencia de flancos.
Los flancos ofrecen estabilidad cuando estamos girando y le dan estructura y cuerpo a la goma. La presión que hay en el interior del neumático convencional y que suele o debería estar entorno a los 2.1 y 2.5 bares en la mayoría de los vehículos, ofrecen un colchón perfecto y estable en cierta medida.
La baja resistencia a la rodadura conseguida reduce las emisiones de CO2, lo que hará posible mejorar los niveles de seguridad y preservación medioambiental.
En caso de que la banda de rodadura se desprenda a causa del desgaste o del corte de la misma, la llanta no sufriría como lo haría si reventase un neumático convencional, ya que en el caso de los neumáticos sin aire, la estructura interna permanecería intacta y protegería la llanta.
Lo cierto es que pocos fabricantes se atreven a hablar de precios todavía, dado que la mayoría de estos neumáticos están en fases de pruebas o son meros prototipos, pero se espera que con el paso del tiempo su coste disminuya para poder estar al alcance de todos. La información facilitada todavía es muy escasa, probablemente porque todavía este tipo de neumáticos tienen varias limitaciones considerables, como la velocidad -con los Hankook de momento no podríamos superar los 130 km/h-, lo que sería un inconveniente reseñable.
Aún estamos en una etapa en la que debe madurar mucho la idea, pues la falta de transparencia y el secretismo en cuanto a estos productos es enorme, y quizás sabemos más ventajas que desventajas que tendría su uso en el día a día.
Poco a poco las diferentes marcas más importantes del sector están apostando y lanzando sus productos más innovadores tras largas fases de pruebas, y aunque todavía parecen estar fuera del alcance de la mayoría, en un futuro -no muy cercano- podrían ser una realidad para todos los conductores. ¡Y por fin no tendremos que volver a cambiar una rueda nunca más!