Las políticas medioambientales son necesarias, pero no deberían ser tan radicales. Al fin y al cabo, las vamos a pagar nosotros mismos de nuestros ya de por sí maltrechos bolsillos. Ya llevábamos tiempo oyendo hablar del fin de los vehículos de combustión interna en 2035, pero no ha sido hasta hoy cuando los legisladores de la UE han dado un paso más hacia ese objetivo.
El Parlamento Europeo ha aprobado oficialmente una ley que prohibe la venta de vehículos nuevos de gasolina y diésel para 2035. La ley también introduce objetivos más estrictos en el camino hacia las ventas con cero emisiones, pero deja cierto margen de maniobra para los fabricantes a pequeña escala. Veamos todas las novedades que han sido aprobadas.
La ley aún tiene que ser aprobada por el Consejo Europeo antes de ser publicada en el Diario Oficial de la UE. Se espera que la aprobación final llegue en marzo.
Adiós a la combustión interna en 2035
Con 340 votos a favor, 279 en contra y 21 abstenciones, los eurodiputados han respaldado el acuerdo alcanzado con el Consejo en junio de 2022 para alcanzar las cero emisiones de CO2 en los automóviles y furgonetas nuevos que se vendan en la UE a partir de 2035. Esto parece dejar fuera, al menos por ahora, a los e-fuels o combustibles sintéticos, pero no cantemos victoria tan rápido.
Técnicamente hablando, la prohibición de 2035 exige una reducción total de las emisiones, sin mencionar el motor de combustión. Como estás imaginando, este va a ser un duro golpe que va a afectar a la industria del motor, así como a sus clientes. Lo creamos o no, estas tecnologías que quieren imponernos, encarecerán el precio de los coches nuevos notablemente.
Por otra parte, los objetivos intermedios de reducción de emisiones para 2030 se establecen en un 55% para turismos y un 50% para furgonetas. Otras medidas clave previstas por el reglamento son:
- La Comisión presentará para 2025 una metodología para evaluar y comunicar datos sobre las emisiones de CO2 durante todo el ciclo de vida de los turismos y furgonetas vendidos en el mercado de la UE, acompañada de propuestas legislativas cuando proceda.
- Para diciembre de 2026, la Comisión supervisará la diferencia entre los valores límite de emisiones y los datos reales de consumo de combustible y energía; informará sobre una metodología para ajustar las emisiones de CO2 específicas de los fabricantes y propondrá medidas de seguimiento adecuadas.
- Los fabricantes con pequeños volúmenes de producción en un año natural (de 1.000 a 10.000 automóviles nuevos o de 1.000 a 22.000 furgonetas nuevas) podrán obtener una excepción hasta finales de 2035 (aquellos que matriculen menos de 1.000 vehículos nuevos al año seguirán estando exentos).
- El actual mecanismo de incentivos para vehículos de cero y bajas emisiones (ZLEV), que recompensa a los fabricantes que venden más vehículos de este tipo (con emisiones de cero a 50 g CO2/km, como vehículos eléctricos e híbridos enchufables de buen rendimiento), se adaptarán para cumplir con las tendencias de ventas esperadas. De 2025 a 2029, la referencia ZLEV se establece en 25% para las ventas de coches nuevos y en 17% para furgonetas nuevas. A partir de 2030 se eliminará el incentivo.
- Cada dos años, a partir de finales de 2025, la Comisión publicará un informe para evaluar el progreso hacia la movilidad por carretera con cero emisiones.