El lujo, el refinamiento y la distinción siempre han caracterizado a todos los modelos de Rolls-Royce, pero la Unión Europea le ha dado un varapalo a la marca al prohibir uno de sus accesorios más atractivos y populares: el Spirit of Ecstasy iluminado que conocimos hace ya unos años.
Rolls-Royce presentó por primera vez este accesorio en 2011 con el prototipo 102EX totalmente eléctrico, una opción que desde 2016 estuvo disponible para los Phantom, Ghost, Dawn, Wraith y Cullinan. Sin embargo, ahora todos los propietarios que optaron por equiparlo tendrán que quitarlo.
El Espíritu del Éxtasis iluminado desapareció de la cartera de opcionales del fabricante de automóviles británico a principios de 2019 debido a un cambio en la regulación de la Unión Europea relacionada con la iluminación de los automóviles, más concretamente la Regulación 48 – ‘UNECR48.
Según la norma, la escultura iluminada no cumple con las nuevas regulaciones de contaminación lumínica de la Unión Europea. Es por ello que, después de desconectarlo, Rolls-Royce reembolsará a los propietarios el precio del accesorio (rondaba los 4.000 euros) y lo reemplazará por un Spirit of Ecstasy plateado.
La pregunta del millón es: ¿Y qué ocurre con la parrilla iluminada de BMW?
Lo que no está del todo claro es qué sucederá con aquellos propietarios que decidan no acudir a un concesionario para que les sustituyan el Spirit of Ecstasy iluminado. Parece difícil imaginar a la policía deteniendo a alguien en un Rolls-Royce Phantom solo porque hay un adorno iluminado en el capó.