Continuamos con la semana de aniversarios alemanes y en esta ocasión el protagonismo se lo lleva ‘Bulli‘, la furgo hippie por excelencia que este año cumple nada menos que 65 primaveras.
Corría la década de los 50 cuando Volkswagen lanzó al mercado la primera Transporter, una furgoneta basada en el Beetle que adoptó sus líneas redondeadas para convertirse en todo un icono de la automoción. Un vehículo de posguerra universalmente amado y muy deseado incluso en la actualidad, acaparando todas las miradas en las concentraciones de clásicos a las que acude. Desde aquellos bocetos iniciales en 1947 se han sucedido ya cinco generaciones hasta la actual T5, pero el modelo conserva su esencia fresca y radiante.
Cuando hablamos de furgonetas instintivamente pensamos en herramienta de trabajo, pero si por algo ha de destacar la Volkswagen Transporter es por alejarnos de ese concepto. Tablas de surf, muchos amigos, alguna que otra sustancia ilegal y mucha carretera nos vienen rápidamente a la mente al oír hablar de ella, pues en pocos años se convirtió en un símbolo de libertad. ¿Quién no se ha imaginado nunca una T1 decorada con colorines y muchos hippies en su interior?
La Volkswagen Transporter T1 estaba desarrollada sobre un chasis monocasco de escalera que montaba los ejes del Beetle original y al que se incorporó pequeño motor 1.1 litros que desarrollaba tan solo 24 CV. Desde sus inicios, la T1 fue capaz de transportar hasta ocho personas, equipando dos filas de asientos traseros desmontables que permitían liberar espacio de carga con facilidad y el motor y la transmisión situados en posición trasera para ganar espacio. Con ello se ganó el apodo de ‘Microbus‘ en Norteamérica, pero todos la recordamos cariñosamente bajo el nombre de ‘Bulli‘ en el Viejo Continente.
En tan solo en cuatro años, Volkswagen ya había vendido 100.000 unidades de su polifacética furgoneta, de la cual ya existían 30 versiones diferentes y su ritmo de fabricación diario ascendía a las 80 unidades. La enorme demanda obligó a Volkswagen a construir una fábrica adicional para su desarrollo en exclusiva seis años después de su debut en 1950, vendiéndose un total de 11 millones de Transporter desde aquél entonces.
No hay nada como tener una idea brillante y llevarla a cabo. Buena prueba de ello es esta furgoneta que nació en la libreta de Ben Pon y se ha convertido en todo un objeto de culto con el paso de los años. Y eso que el propio Heinrich Nordhoff, director de la planta Volkswagen en 1949, decía que “esos modelos no estaban hechos para conducir con guantes de seda, sino para darles caña”… Este año, en 2015, llega al mercado la sexta generación de la Transporter, ¿revivirá Volkswagen el espíritu de su icónico vehículo?