Los últimos automóviles de Lada con destino a la Unión Europea fueron enviados a los distintos distribuidores el pasado mes de marzo y ya no habrá nuevos envíos, cesando con ello una larga historia de éxitos y decepciones, amores y odios a través de los años.
En España Lada tuvo su época dorada en los 80 y principios de los 90 cuando el Niva se convirtió por muchos meses en el todoterreno más vendido del mercado, superando a otros productos de gran demanda como los Suzuki Vitara o Samurai. Era un coche muy asequible que gastaba gasolina casi sin control pero demostró una alta fiabilidad.
Por 999.000 pesetas pocas alternativas tan atractivas había en el mercado español, unos 6.000 € al cambio actual. Sin dirección asistida, aire acondicionado o elevalunas eléctricos, el Niva había nacido como producto rudo ideal para el campo. No prometía comodidad ni lujos, y cumplía honestamente con su misión.
En los últimos años Lada ha mejorado su oferta de vehículos gracias a la alianza con Renault. Tanto los Vesta como XRay muestran que sus automóviles pueden resultar atractivos para el público pero siempre que tengan un precio adecuado. Adaptar estos vehículos, además del Granta, a las normativas locales elevarían considerablemente los costes y no sería viable su comercialización.
Por la poca viabilidad del proyecto Lada se despide de Europa Occidental, región en la que hace ya muchos años gozaron de una excelente demanda. En Reino Unido, Francia, Bélgica e incluso Alemania todavía se pueden ver circulando unidades de los clásicos Samara, Serie 2105/2017 e incluso de los Kalina y Priora. No sabemos si en un futuro cercano podrían regresar con algún vehículo eléctrico o híbrido pero de hacerlo, mucho nos tememos pasará un largo tiempo.